SANTA ANA. Una vez más los miembros del Sindicato General de Empleados de la Salud (Sigesal) exigieron a las autoridades del Ministerio de Salud (Minsal) la destitución del director del hospital San Juan de Dios de Santa Ana, Ramón Ábrego, por diversas irregularidades durante su gestión.
Sin embargo, Ábrego consideró que las acusaciones del sindicato carecen de fundamento.
Los manifestantes realizaron una marcha que inició frente al área de emergencias del nosocomio y recorrió el perímetro externo, en donde entonaron consignas.
A su paso, los sindicalistas compararon la administración del doctor Ábrego con “una enfermedad de alto riesgo” para la salud de la población santaneca.
“Estamos preocupados por el alza en los casos de dengue, chinkunguña, mostramos nuestra preocupación por probables casos de ébola que pueden llegar a El Salvador; pero más preocupados estamos por esta enfermedad que está dejando a nuestro hospital sin recursos, los está despilfarrando”, manifestó el secretario seccional de la organización, Miguel Aguirre.
Desde el martes de la semana anterior los sindicalistas realizan diversas acciones de protesta por la sanción sin goce de sueldo que recibieron siete de sus agremiados.
Además, por supuestas irregularidades en la adquisición de equipo, viajes al extranjero injustificados y compra de accesorios para un vehículo del año, entre otros.
Aseguraron que desde el año pasado hasta la fecha, se ha realizado una inversión de 229,0.84.25 dólares en aparatos médicos que no cumplen con la calidad requerida.
Denunciaron que, según ellos, el director ha pagado este año cerca de 69 mil dólares en concepto de asesorías y consultorías de proyectos que no han sido ejecutados.
“Nosotros no sabemos dónde están esos fondos. Hacemos un llamado al presidente de la República (Salvador Sánchez Cerén) y a la Ministra de Salud (Violeta Menjívar) para que atiendan esta enfermedad”, declaró el sindicalista.
Pese a la manifestación de ayer, la atención a los pacientes y las actividades administrativas no fueron interrumpidas.
No obstante, Aguirre denunció que el director del hospital pidió ayer a la Policía Nacional Civil (PNC) que forzara la chapa de la puerta de su oficina, la cual era la única que se había mantenido cerrada permanentemente desde que iniciaron las acciones de protesta.
“Ahí hay dinero en efectivo, nosotros lo responsabilizamos de cualquier pérdida a él porque vino a abrir a la fuerza”, dijo Aguirre.
En el caso de las máquinas que se han dañado, Ramón Ábrego declaró que esto se debe al mal manejo de quienes las manipulan.
“Estamos investigando que a algunos aparatos les han seccionado los alambres (cables), por lo que tienden a hacer cortocircuito”, aseguró.
También explicó que otros equipos ya han llegado al límite de su vida útil y por eso tienden a fallar.
El galeno explicó que respetaría las acciones de hecho que ha impulsado Sigesal.
Sin embargo, no descartó que haya sanciones a las personas que han estado involucradas.
“La Constitución lo dice, las leyes secundarias lo dicen y las normativas lo dicen: ‘El irrespeto debe ser sancionado’, y ellos han cometido cierto irrespeto a las personas”, dijo Ábrego.
Aseguró que para cada compra de material y equipo se realiza la licitación apegada a la Ley de Adquisiciones y Contrataciones (Lacap), descartando que se favorezca a algún proveedor específico.