La embajadora de los EE. UU. dijo hoy que ellos no han pedido la inclusión de exfuncionarios o familiares de funcionarios, pues eso es un asunto interno y particularmente una decisión del Órgano Legislativo.
En entrevista en el programa Frente a Frente de TCS, la funcionaria estadounidense también defendió que estas reformas, como otros requisitos que ha cumplido El Salvador para acceder a un segundo desembolso de la Cuenta del Milenio, es para beneficio de los salvadoreños y no para agradar a los Estados Unidos.
“Esto no es para complacer a los Estados Unidos, esto es para beneficiar a El Salvador”, afirmó la diplomática, luego de que se le preguntó su opinión sobre la queja del presidente Salvador Sánchez Cerén y el Secretario Técnico Roberto Lorenzana de que se les esté imponiendo cambios a la legislación salvadoreña como condición para autorizar el segundo Fomilenio.
La funcionaria también dijo que confía en que el gobierno salvadoreño aprovechará esta oportunidad de desarrollo para el país. “Vemos al Fomilenio II como una herramienta importante y poderosa para El Salvador”, defendió Aponte la iniciativa y reiteró que la última palabra o autorización para la firma del Fomilenio II la tiene la MCC (siglas en inglés de la Corporación Reto del Milenio).
Según la embajadora, la MCC hace un análisis “minucioso” y “cuidadoso” de la reforma que la Asamblea Legislativa hizo la semana pasada a la Ley Contra el Lavado de Dinero y Activos, y será esa instancia la que diga cuál sea el paso a dar.
Niños migrantes
En el tema migratorio, Aponte volvió a llamar a las familias salvadoreñas a no enviar a sus hijos de manera ilegal a los Estados Unidos, pues se vuelve un caso incierto, además ni la ley actual ni la contemplada (reforma migratoria) dará ningún estatus migratorio a estos niños.
No obstante, defendió que solo en 2013 en la Embajada otorgaron 12,000 visas de inmigrante y 5,700 de ellas fue a niños que ya están reunidos con sus padres.
En ese mismo tema el consejero del Departamento de Estado, Thomas Shannon, dijo en ese mismo programa, que el desafío es trabajar por un “sueño salvadoreño” y no el llamado “sueño americano”.
Shannon afirmó que el mayor flujo migratorio hacia los EE. UU. a nivel centroamericano sale de El Salvador, Honduras y Guatemala y de lugares donde hay más violencia.