Brigada Infantil de Tránsito realiza control vehicular

Los niños enfatizaron en el respeto hacia el peatón, sobretodo en aquellos que padecen diferentes discapacidades físicas.

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Los niños brigadistas impusieron esquelas morales a los conductores en un retén policial. Foto EDH / Mauricio Guevara

Por Mauricio Guevara comunidades@eldiariodehoy.com

2014-07-11 7:00:00

SANTA ANA. Un total de 18 niños miembros de la brigada infantil de la división de tránsito terrestre de la Policía Nacional Civil en esta ciudad desarrollaron ayer un control vehicular.

Este fue instalado entre el redondel Monseñor Romero y la 35a. Calle Poniente, a la salida de la arteria que de Santa Ana lleva a San Salvador.

Los niños son estudiantes del centro escolar Emilio Martínez; y sus edades oscilan entre los 7 y 12 años.

El evento, denominado “Yo también soy peatón”, buscó generar conciencia en el respeto hacia los peatones en las vías públicas.

Según las autoridades, los segmentos de la población más vulnerables a sufrir un accidente son las personas con discapacidad física, adultos mayores y niños.

“Hoy le estamos haciendo un llamado a los usuarios de la vía pública para que recuperemos los espacios de desplazamiento destinados a los peatones”, manifestó el agente de tránsito Edgar Rosenberg.

Durante poco más de una hora, los estudiantes permanecieron en el lugar realizando las verificaciones correspondientes y dijeron estar preparados para imponer esquelas morales en caso de ser necesario.

Desde hace dos años, los niños forman parte de la brigada. Durante todo ese tiempo han sido capacitados en aspectos relacionados a la seguridad vial, reglamento de tránsito terrestre e imposición de esquelas.

Los padres de familia estuvieron presentes para conocer de primera mano la forma en que los niños desarrollan su trabajo como brigadistas.

“Cuando (mi hijo) llegue a ser conductor va a tener más precaución, esto le va a ayudar bastante”, manifestó la madre de familia, Ana Miriam Tobar.

Mientras duró el control varios conductores fueron reprendidos con esquelas morales por los infantes, por no utilizar el cinturón de seguridad.