Pandilleros de la 18 de Las Palmas extorsionan a comerciantes de las colonias San Benito y Escalón

Quejas de los negocios es contante. Hace unos días fue detenida la mujer del principal cabecilla de la mara 18 de esa comunidad.

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La comunidad Las Palmas está situada a pocos metros del complejo militar que alberga al Estado Mayor de la Fuerza Armada y al Ministerio de la Defensa. Foto EDH / Archivo.

Por sucesos@eldiariodehoy.com

2014-07-09 7:00:00

La agrupación criminal que tiene la pandilla 18 del ala Revolucionaria en la comunidad Las Palmas no ha cesado de extorsionar a restaurantes y otros negocios de las colonias San Benito y Escalón, indicaron las autoridades policiales y fiscales.

La organización y la fortaleza de la mara 18 en ese lugar es tal que, de acuerdo con propietarios de negocios de las colonias afectadas, esa agrupación ha logrado colocar a varios de sus miembros en una empresa de seguridad privada desde la que ayudan a sus compinches informándoles sobre posibles víctimas, movimientos policiales o de otros vigilantes del sector.

A principios de este año, durante un asalto a un restaurante que funcionaba sobre la calle Las Palmas, un pandillero de la 18 de Las Palmas fue baleado por un vigilante a consecuencia de lo cual le amputaron una pierna.

El descaro de la pandilla fue tal que exigían a la sociedad dueña del restaurante internacional, que indemnizara al pandillero.

El restaurante tuvo que cerrar y se fue a otro lugar a tratar de ganar nuevos clientes en otro sector, alejado de los dominios de la pandilla 18.

Recientemente, Ana Luisa Pérez Berríos fue una de las primeras capturas que hizo la Fuerza de Tarea Antiextorsiones de la Policía Nacional Civil (PNC) en este año como parte de una amplia investigación para golpear a la estructura de la mara 18 enquistada en la comunidad Las Palmas.

Ana Luisa no es una simple habitante de la comunidad Las Palmas, ella es mujer de César Daniel Renderos Díaz, alias “Muerto” o “Cementerio”, cabecilla de la pandilla 18 afincada en esa comunidad y que está condenado a 70 años de cárcel por haber masacrado una familia en el Plan de La Laguna, en Antiguo Cuscatlán, el 2 de junio de 2006.

En esa ocasión fueron asesinados Luis, Daniel y Mayra, de 8, 12 y 15 años, junto a su madre y otra mujer, además de una empleada de la familia. Por esa masacre, Renderos Díaz purga una condena de más de 80 años de prisión.

De acuerdo con fuentes policiales, la mujer de Renderos Díaz fue arrestada por la Fuerza de Tarea Antiextorsiones el pasado 8 de mayo en su casa de habitación, bajo cargos de agrupaciones ilícitas.

Días después, el “Muerto” o “Cementerio” fue vinculado a otro hecho delictivo: ser uno de los cabecillas de la pandilla 18, autores intelectuales del ataque a una patrulla y a la delegación policial de Quezaltepeque. En el primero de los hechos murió un agente policial y varios resultaron heridos.

A pesar de que el “Muerto” o “Cementerio” descuenta su abultada pena de prisión en el penal de Izalco, Sonsonate, la Tribu 106 Ganster continúa recibiendo órdenes desde la prisión, según fuentes policiales.

Recientemente, el hijo del Renderos Díaz trató de hacer llegar una carta al presidente Sánchez Cerén donde suplicaba que su madre fuera puesta en libertad, pues era lo único que le quedaba en esta vida para hacerle compañía. El manuscrito fue firmado por el adolescente de 15 años.