LA UNIÓN. Tras el cierre del rastro municipal por parte de la alcaldía y por orden del Ministerio de Salud, los pobladores de viviendas aledañas y demás habitantes de La Unión, esperaban que los malos olores que emanan de la quebrada El Zope y la enorme presencia de aves de rapiña también desaparecerían.
Sin embargo, eso no ha sucedido.
Ana Cristina González, habitante de la zona, describe lo que a diario viven y dice que “los malos olores que antes se sentían cuando uno pasaba a pie o en carro por el lugar, han mermado, antes se sentía fuerte, pero ya es poco, aunque todos pensábamos que con el cierre del rastro ya no veríamos los zopes en la entrada de la ciudad”.
Los lugareños consideran que la alcaldía debería hacer una limpieza profunda en ese tramo de la quebrada, donde antes desembocaban las aguas servidas del rastro.
Además, consideran que deberían pedirle a las personas que viven a orillas de la quebrada que den un buen tratamiento a las vísceras del pescado y del agua con que lavan la tripa de las reses.
Mirna Sandoval vive contiguo al rastro y dice que sigue trabajando en comprar la tripa que le llevan de San Miguel, porque esa es su fuente de trabajo.
Dice que hay muchas personas del mismo lugar que tiran “tripas de pescado ya apestosas a la quebrada, hasta animales muertos en estado de descomposición lanzan y es difícil que ya quiten los zopes”.
Holayo Mejía, habitante de la zona del antiguo rastro, dice que sería bueno que la alcaldía mandara a construir un local para diversión de las personas de la comunidad.
“Tienen eso abandonado y cerrado, que hagan algo para el bienestar de la población y que manden a limpiar, a quitar todito eso podrido de la quebrada, a lo mejor así dejan de venir los zopes”, dijo.
Darwin López, director de la unidad de Salud de La Playa, dijo que ellos continúan haciendo inspecciones en la quebrada, como parte de las programaciones de trabajo.
Agrega que la gente que trabajaba con las tripas que salían del rastro, sigue haciendo lo mismo.
“El proceso de lavado de las tripas es que tiran restos a la quebrada, tenemos que acercarnos con ellos y hablar tanto Salud como la unidad de Medio Ambiente de la comuna, porque siguen tirando las aguas de ese lavado, porque a la gente no se le puede evitar de haga eso, porque es su forma de trabajo, solo es el agua del lavado que tiran”.
Habitantes de la cabecera aseguran que la permanencia de aves de rapiña en la entrada a la cabecera deja una mala imagen.
Lo peor, según dijeron, es que e l municipio es promovido como uno de los principales destinos de turismo del departamento, al punto, que es el actual número uno en el concurso Pueblos Vivos del Ministerio de Turismo, en categoría Sol y Playa.
El alcalde de La Unión, Ezequiel Milla, dijo que en el sitio donde antes funcionó el rastro, la comuna va a construir un salón de usos múltiples.
La carpeta técnica de esa obra estaría lista después de las vacaciones y la orden de inicio sería en 45 días.
“Vamos a construir un salón en donde la comunidad pueda hacer eventos sociales, reuniones o lo que requieran hacer. Además, vamos a mejorar la cancha que está ubicada a la par de donde era el rastro”, dijo el edil.
La inversión que la comuna hará será de 125 mil dólares.
Recordó que el cierre del rastro municipal lo ordenó la Fiscalía y el Ministerio de Salud y que “la alcaldía solo lo hizo efectivo”.