Matan a balazos a maestra en Ciudad Delgado

La profesional estudiaba en la universidad y era catequista, según amigos

descripción de la imagen
La familia de la docente recibió el cadáver hasta ayer, a las 2:00 p.m. Foto EDH / Mauricio Cáceres.

Por ??scar Iraheta ??ngela Castro sucesos@eldiariodehoy.com

2014-07-10 8:00:00

Jacqueline Elizabeth Cornejo Fuentes, de 23 años, era una buena vecina. Era maestra de inglés y estaba cursando estudios de especialización en una universidad privada. Desde hace varios años, también colaboraba en la Iglesia Católica de la localidad, impartiendo el catequismo.

Actualmente, se dedicaba a dar clases particulares y durante un tiempo hizo lo mismo en el colegio Santa Anita, a pocos metros de donde residía, en la colonia colinas del Norte, en Ciudad Delgado, lugar donde la noche del miércoles fue asesinada.

Sus vecinos recuerdan que, desde pequeña, fue muy inteligente y respetuosa. Obtuvo reconocimientos por ser muy aplicada en sus estudios de primaria y secundaria. Sus padres también son considerados buenas personas por quienes conocen a la familia.

Jacqueline era soltera, habitaba con sus padres y una hermana menor.

Así era la vida de la “seño Jaqui”, aparentemente, no tenía problemas con nadie y quienes la conocieron no se explican por qué la asesinaron.

El homicidio de Cornejo fue cometido a las 9:00 de la noche, cuando salía de un cibercafé.

En el momento en que circulaba frente a la entrada del pasaje donde habitaba, fue interceptada por dos hombres, quienes le dispararon unas seis veces.

Los pobladores relataron que el cadáver de la víctima quedó en medio de unos vehículos y cerca del cuerpo estaban regados unos papeles que ella llevaba en la mano.

Cuando poco a poco los curiosos se acercaron a la escena, descubrieron, incrédulos, que la víctima era la señorita Cornejo.

Vecinos de la colonia no dudan que los homicidas de la docente son integrantes de la pandilla 18, que delinquen en la localidad.

“Acá hay pocos mareros, pero vienen de otros lados y juntos se dedican a cometer asesinatos, extorsiones y otros delitos. La muchacha no es la única persona que han asesinado en esta colonia”, dijo una pobladora.

Su mamá, ayer por la tarde, estaba desconsolada y no había querido salir de casa, mientras que su esposo se encargó de reclamar el cadáver en Medicina Legal y hacer los trámites fúnebres.

En la ermita donde la joven maestra se congregaba, situada a pocas cuadras de su casa, unos feligreses ordenaban y esperaban la llegada del carro fúnebre porque ahí se realizaría el velorio.

Las autoridades dijeron desconocer el móvil del homicidio, cometido a pocos metros de una caseta policial.