Imparable el deterioro ambiental en el Trifinio

Lo permite la pasividad del Gobierno, al no hacer cumplir las leyes como debe ser

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El bosque entre Citalá y Metapán es descuajado por dueños de los terrenos para sembrar milpa, frijol, o para ganadería.

Por Daniel Choto comunidades@eldiariodehoy.com

2014-07-05 8:00:00

En la zona del Trifinio, que comparten El Salvador, Honduras y Guatemala, continúa la destrucción de sus bosques, y por consiguiente de la biodiversidad que albergan, sin que las instituciones gubernamentales y las alcaldías responsables hagan mayores esfuerzos para detenerla.

Por ello, organizaciones pro medio ambiente trabajan para lograr un mayor compromiso de las entidades involucradas en detener la deforestación y la contaminación de esta Área Natural Protegida.

Una de ellas, es la Asociación Gaia El Salvador, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida de los habitantes en áreas nacionales protegidas, mediante proyectos de desarrollo sustentable, preservando, protegiendo y recuperando el medio ambiente.

Desde su fundación, en 2003, ejecuta varios proyectos para mantener un equilibrio integral entre personas, animales y plantas dentro de la Reserva de Biósfera Transfronteriza Trifinio Fraternidad (RBTF) y el Corredor Biológico Trinacional Montecristo (CBTM) (ver nota aparte).

A esos territorios, que están constituidos por bosques tropicales y subtropicales húmedos, pertenecen La Palma, San Ignacio y Citalá, del departamento de Chalatenango; y en Metapán, Santa Rosa Guachipilín, Masahuat y San Antonio Pajonal, de Santa Ana.

En esas regiones que son áreas naturales protegidas, las actividades humanas, especialmente productivas, comerciales, culturales y de habitabilidad, las continúan contaminando y depredando.

Ante el problema y para crear conciencia, el 26 y 27 de junio, Gaia realizó la gira taller “Medios de comunicación comprometidos con la consolidación de la Reserva de Biosfera Transfronteriza Trifinio Fraternidad (RBTF), el Corredor Biológico Trinacional Montecristo (CBTM) y la Agenda Verde de El Salvador”.

La actividad, que busca posicionar en la opinión pública la agenda verde como tema de suma importancia en El Salvador, también incluyó visitas a proyectos de Gaia y del Fondo de la Iniciativa para las Américas (Fiaes), donde los periodistas constataron los daños y las preocupaciones de los habitantes.

Daños

El deterioro del medio ambiente en esas áreas viene desde mucho tiempo atrás, pero continúa aumentando de forma acelerada por la tala de árboles, uso inadecuado de terrenos para agricultura y ganadería, contaminación de aguas superficiales y subterráneas, con basura y heces humanas, además del abuso de agro químicos.

Ante esa crítica situación Adelmo Chacón, agricultor del cantón Los Planes, de La Palma, manifestó que la gente deposita las heces y la basura en los ríos Chiquito y Sumpul, que al final desembocan en el río Lempa.

“En el cantón Los Planes vivimos del agua del río Chiquito, toda la zona se abastece, en la parte agrícola, del río, entonces vamos viendo como ir solventando estos problemas que tenemos con este esfuerzo”, dijo. “Cuando hablamos de basura nos referimos a plásticos, botellas de gaseosa y otras bebidas, bolsas de churro y otros desechos que consumimos”, añadió.

“El otro problema que nos aqueja son los desechos de los agro químicos, botes del veneno que aplican los agricultores; eso queda en el terreno y las tormentas lo arrastran a los ríos y van a parar al Sumpul, por todo eso necesitamos el apoyo de algunas organizaciones para ver cómo hacemos con eso”, se quejó.

Comentó que el uso excesivo de abonos y fungicidas químicos han matado los micro organismos que dan fertilidad a los suelos de uso agrícola y ganadería.

Vladimir Guillén se atrevió a decir que la inhalación de tóxicos aplicados a los cultivos, incluso, ha derivado en casos de impotencia sexual, por lo que algunos jóvenes se suicidarán al enterarse de ello. “Pero eso no se dice”, añadió.

Lo anterior es una práctica generalizada entre muchos agricultores y sus familias en los territorios de la (RBTF) y el (CBTM), sin que las autoridades pongan todo su empeño para evitarlo, o por lo menos, disminuirlo, según la directora ejecutiva de Gaia El Salvador, Berta Medrano.