El excesivo número de pruebas de control de calidad y el papeleo han sido la causa de que en repetidas ocasiones falten medicamentos en los hospitales nacionales.
Así lo afirmaron ayer tanto el presidente, Salvador Sánchez Cerén, como la ministra de Salud, Violeta Menjívar.
La falta de medicinas en los hospitales nacionales ha sido un problema reportado en las páginas de El Diario de Hoy desde hace más de una década y que persistió en la administración pasada.
El presidente Salvador Sánchez Cerén tuvo que realizar una visita al hospital Rosales, para que constatara que muchos pacientes se van con la receta en la mano y sin medicinas.
Para evitar que eso siga ocurriendo, se han sostenido reuniones entre el Presidente de la República, el director de Medicamentos, Vicente Coto, la ministra de Salud y otros funcionarios involucrados en el proceso de compra y abastecimiento de medicamentos.
Ayer, el Presidente visitó nuevamente el Rosales, exclusivamente para entregar un lote de medicinas valorado en $1.1 millones.
Se trata de 70 medicamentos, que no fueron detallados, necesarios para los más de 1,500 pacientes que, según el Minsal, acuden a diario a la consulta externa y para los pacientes hospitalizados.
El lote estaba compuesto por: antimicóticos, antibióticos, cardiovasculares, analgésicos, antirreumáticos, anestésicos, narcóticos, relajantes musculares, oncológicos, oftalmológicos, de soporte nutricional, para coagulación, antiasmáticos y de uso psiquiátrico.
El lote de ayer es el segundo que ha ingresado al almacén de medicamentos del Rosales en los últimos días. Hoy, según el Minsal, ingresan más. Así el nivel de abastecimiento del hospital puede estar llegando a un 85 %, según el director del centro Mauricio Ventura.
Pero el Rosales no es el único hospital que ha presentado falta de fármacos.
Para la semana 28, del 7 al 13 de julio, el abastecimiento de medicinas de ese sanatorio era del 81.3 %, lo que equivale a un faltante de 75 medicamentos, de un cuadro básico de 400.
En la semana 26 (del 23 al 29 de junio), la última disponible en la página oficial del Minsal, se detalla que el hospital nacional “San Juan de Dios” de San Miguel tenía un faltante de 83 medicamentos, de un cuadro básico de 356; el hospital nacional “San Pedro”, de Usulután, un faltante de 71 medicamentos de un cuadro básico de 251; el hospital nacional de La Unión, un faltante de 64 fármacos de un cuadro básico de 214; y el hospital Zacamil, un faltante de 54 medicinas de un total de 254.
La ministra de Salud afirmó que el hospital Rosales mantiene un abastecimiento que oscila “entre el 80 y el 82 por ciento” y que “a veces” llega al 85 %. “Eso significa que hay un porcentaje de personas que no alcanzan los medicamentos. Cuando vino el presidente el 2 de julio, encontró esas dificultades”, afirmó.
Para solucionar dicho problema, detalló, han empezado a definir cómo “acelerar el proceso de compra de medicamentos, el almacenamiento y la distribución”.
Eso, según la ministra, requiere hacer más eficientes las bodegas y los almacenes. Además, se necesita “que la distribución entre almacenes y farmacias sea más ágil”.
Menjívar se refirió a “tramitología” como los fármacos importantes sin registro sanitario local: “Por ejemplo hemos destrabado, hemos desatado lo de la compra de medicamentos que no están registrados en el país, porque traen suficientes credenciales del país productor y que no hay porqué hacer trámite que ni la ley lo pide, y nosotros como no teníamos expedito el camino”.
La ministra también aclaró que aunque se quiere brindar medicamentos de calidad, detectaron un exceso de pruebas. En sus palabras: “Probablemente los trámites para comprobar la calidad eran más de los necesarios. Por ejemplo, en una bodega de proveedores a veces se puede mantener hasta un mes, dos meses un medicamento, porque hay que esperar el análisis de hasta el último paquete de producto. Cuando a cada rato viene ese mismo medicamento y ya está probado que con una sola muestra que se tome se puede aceptar en las bodegas de hospitales y luego sigue el procedimiento de la calidad, a menos que sea un medicamento desconocido, nuevo. Pero son medicamentos que tienen 40 años de estar entrando a este hospital y que no es necesario hacerle larguísimos análisis de calidad”.
En el marco de la actividad de ayer, se confirmó que una farmacia especializada para distribuir medicamentos a pacientes con enfermedades crónicas comenzará a funcionar los primeros días de septiembre. Dichas instalaciones estarán habilitadas por una constructora, desde el miércoles, en una de las áreas que ya fue desalojada en el antiguo hospital de Maternidad.