Hospital atiende a 60 niños con enfermedad renal crónica en oriente

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Los pacientes con padecimientos renales crónicos aumentan año tras año, según las autoridades del Hospital Nacional San Juan de Dios, de San Miguel, cuyas causas, indicaron, provienen del uso de fertilizantes y pesticidas. foto edh / Jenny Ventura

Por Jenny Ventura comunidades@eldiariodehoy.com

2014-06-15 8:00:00

SAN MIGUEL. Desde hace cuatro años que en el Hospital Nacional San Juan de Dios, en San Miguel, se ocupan de la atención de menores de edad que les diagnostican la Enfermedad Renal Crónica (ERC).

Antes eran enviados hasta el Hospital de Niños Benjamín Bloom.

Jaquelinne Sosa, nefróloga pediatra asignada al San Juan de Dios, aseguró que desde el 2010 ya no refieren a niños con ERC al Hospital de niños Benjamín Bloom.

“A menos que el caso sea grave y necesite pronto de un trasplante de riñón, si lo hacemos”, dijo.

Desde entonces hasta la fecha tienen dentro del programa a 60 niños, de los que a 45 les dan tratamiento con esteroides.

También hay cinco menores que son sometidos a una diálisis semanalmente debido a que la ERC es avanzada y otros diez no responden o dependen de los esteroides o son resistentes o tienen recaídas frecuentes, pero igual los mantienen en tratamiento.

“Si los padres se ponen las pilas, es bastante bueno para el niño, aunque lo ideal es que se dializaran y se prepararan para un trasplante”, aseguró la nefróloga.

Sin embargo, encontrar un donante de riñón no es fácil según Sosa, pues “los niños están aptos para un trasplante pero hay que buscar al donador y, en ocasiones, se requiere del apoyo de la familia”, dijo.

La galena recuerda el caso de un pequeño con ERC residente en Morazán y que no le pudieron hacer un trasplante de riñón porque la madre no recibió el apoyo de la familia.

Causas

Según Sosa, la mayoría de casos de infantes a quienes se les diagnostica la ERC es por problemas congénitos o anomalías anatómicas, es decir que nacen con alguna malformación del sistema urinario y el síndrome nefrótico.

Este último es cuando hay presencia de niveles altos de proteína en la orina y lesiones en los glomérulos renales, que son los encargados de filtrar el agua.

También está la causa de reflujos, que es cuando la orina se regresa del sistema urológico hacia el riñón, de estos registran un bajo porcentaje, pero que igual son problemas que provienen desde que el niño se desarrolla en el embarazo.

Un caso que atendieron en abril pasado fue el de un niño de dos meses y medio que tenía problemas cardiacos y no podía orinar .

El bebé tenía elevada la creatinina y, según los médicos, ya tenía desarrollada la insuficiencia renal aguda .

Una de las recomendaciones que hace la nefróloga es que los padres de familia deben estar pendientes de sus hijos.

Deben asegurarse que realicen cada tres meses un examen de orina para verificar que no posean proteínas.

“Eso me da luz verde para verificar si el niño puede llegar a desarrollar una ERC”, dijo. Por eso a cada recién nacido o antes del parto se les realizan exámenes en sangre, añadió.