Sánchez Cerén reconoce rol de FAES y Munguía le ofrece lealtad

El mandatario recibió ayer el Bastón como símbolo de mando de la institución militar

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Sánchez Cerén reconoce rol de FAES y Munguía le ofrece lealtad

Por Mirella Cáceres David Marroquín politica@eldiariodehoy.com

2014-06-05 7:00:00

Representaciones de las distintas unidades militares que constituyen la Fuerza Armada saludaron ayer a su nuevo Comandante General, Salvador Sánchez Cerén, otrora comandante guerrillero, y le juraron lealtad, obediencia y respeto como autoridad democráticamente electa.

De Sánchez Cerén recibieron un afable saludo de “queridos soldados” o “queridos miembros de la Fuerza Armada”, a quienes les dijo que los días oscuros de la guerra y el odio es pasado y que ahora se tiene la oportunidad de construir juntos un futuro “más próspero y con dignidad”.

Y para enterrar esos días de diferencias que él calificó de “circunstancias de la vida”, les insinuó el deseo de que respeten la decisión del pueblo y su propia investidura.

“En varias ocasiones he reconocido el fiel cumplimiento de la Fuerza Armada a los Acuerdos de Paz. Lo reitero. Espero que este gobierno fortalezca este compromiso. Creo que ustedes serán defensores de la democracia y siempre escucharán la voz del pueblo”, les dijo Sánchez.

Minutos antes, el ministro de la Defensa Nacional, David Munguía Payés, quien le entregó el Bastón de Mando militar, le había recordado el significado de ese acto: la subordinación y el compromiso de lealtad al gobierno electo democráticamente.

“En la ceremonia especial que esta ocasión nos reúne, el Bastón de Mando es símbolo de transmisión del poder, del poder militar del Estado a una autoridad civil surgida de un sistema electoral y reviste una gran importancia simbólica para nuestra democracia”, le dijo Munguía Payés.

De hecho Sánchez Cerén calificó de “histórico” ayer cuando recibió el Bastón Militar y se convierte, paradójicamente, en comandante de una institución a la que él combatió durante la guerra en uno de los brazos guerrilleros más grandes y fuertes del anterior FMLN, las Fuerzas Populares de Liberación (FPL).

“Si en el pasado, por circunstancias de la vida, nos enfrentamos, hoy tenemos la oportunidad de construir un futuro esperanzador”, dijo el mandatario en tono reconciliador en su discurso a las tropas militares que disciplinadamente formaban frente a la tribuna presidencial.

Y para dejarlo más claro, el ministro de la Defensa le expresó: “Reconoce ante usted el mando supremo de la Fuerza Armada y reitera su firme voluntad de servir con lealtad a su comandante general”.

Y como autoridad suprema, Sánchez Cerén pasó revista a las distintas unidades militares allí convocadas en su primer contacto oficial con la institución armada luego de asumir la Presidencia del país el pasado 1 de junio.

En el acto, antes de pasar revista, se leyó la orden en la que le dan el alta (asume) al profesor Sánchez Cerén como comandante general y le daban la baja (retiro) a Mauricio Funes, quien ocupó ese cargo hasta el 31 de mayo.

De hecho, Munguía Payés le dio la bienvenida como “el primer soldado de la nación” en un corto discurso.

“Gracias por la bienvenida y el honor de recibir el Bastón de Mando que, al mismo tiempo, representa un desafío que nos compromete a enfrentar con responsabilidad y firmeza la tarea Constitucional encomendada”, les indicó el gobernante.

Demandas y promesas

Al asumir ese rol que le da la Constitución, Sánchez Cerén dijo que la Fuerza Armada brinda a la nación un servicio “dirigido a la búsqueda del bien común ” de los salvadoreños y les lanzó su visión de cómo los ve en el futuro: servidores y no en conflicto.

“Vemos a nuestros soldados y oficiales desarrollando su potencial logístico, construyendo caminos vecinales, realizando campañas médicas, trabajando por la protección del medio ambiente y en la gran tarea de apoyar a la Policía Nacional Civil en la seguridad ciudadana”, les dijo.

Sánchez aclaró estar consciente de que hay que fortalecer la Fuerza Armada y, en ese sentido, les prometió dotarles de equipo y de mayor preparación para que desarrollen una labor eficaz y eficiente.

“Como el Comandante General trabajaremos junto al Ministro de Defensa para tener una institución eficaz y eficiente”, afirmó.

En ese contexto confirmó su decisión de mantener a los efectivos militares en tareas de seguridad ciudadana en cárceles, centros escolares y puestos fronterizos.

Pero sobre todo, les dijo, los quiere ver como una institución “defensora de la democracia, respetuosa del Estado de Derecho y de los derechos humanos, garante de la libertad de los salvadoreños y salvadoreñas. En definitiva como lo manda la Constitución: al servicio de la nación”.

En reconocimiento a ese servicio, Sánchez Cerén les prometió esfuerzos para “seguir dignificando las condiciones de trabajo y fortaleciendo cada vez más el profesionalismo de sus miembros” y dotarles “de equipamiento y el adiestramiento necesario para que sea efectiva en su misión”, les acotó.

Además, el gobernante se comprometió en apoyar el Sistema de Sanidad Militar y “prestar atención especial al Instituto de Previsión Social de la Fuerza Armada”.

El compromiso del mandatario vino luego de que Munguía Payés le hiciera las primeras demandas.

“Señor presidente, a usted le corresponde como primer soldado de la nación, equipar y capacitar adecuadamente a la Fuerza Armada para el cumplimiento efectivo de su sagrada misión constitucional”, le indicó el ministro en un primer momento.

Después le recordó: “También le corresponde velar por el bienestar de los hombres y mujeres de esta institución casi bicentenaria”.

Pero además le pidió “cerrar filas con nosotros contra todos aquellos que, injustamente, se dan a la tarea de vilipendiarnos (despreciarnos) y cuestionan nuestra permanencia, cuestionan nuestra existencia”.