Vecinos de Los Conacastes entre disputa de pandilleros

PNC atribuye ataques recientes en zona de Mejicanos a pandilleros de Cuscatancingo

descripción de la imagen
Una persona fue asesinada en la colonia Buena Vista, en Mejicanos, cerca del punto de buses de la Ruta 2A, ruta que constantemente es extorsionada por pandilleros. Foto EDH / Archivo

Por

2014-06-15 7:00:00

El asesinato de un hombre cometido el 30 de abril pasado en la colonia Los -Conacastes, en Mejicanos, ha hecho que se recrudezca la violencia que desde hace varios meses mantiene en zozobra a los habitantes de ese sector.

Dos días después del homicidio, dos hombres resultaron heridos en un ataque que supuestamente protagonizaron mareros de la 18 que viven en la colonia Santa Rosa, en Cuscatancingo, que pretendían matar a un pandillero rival.

Las balas no solo alcanzaron al delincuente sino que también a un residente de la colonia que estaba cerca de él.

Según delegados de la Policía, los ataques de estos grupos delictivos se deben a que ambos bandos se disputan territorio para poder delinquir.

Los hechos de violencia en Los Conacastes no acabaron con el asesinato y la balacera: días después los vecinos alertaron a las autoridades de que hombres vestidos con ropas oscuras, haciéndose pasar como policías, llegaban al lugar para supuestamente arrestar a mareros que tienen cuentas pendientes con la ley.

Otros lugareños dejaron entrever que los supuestos policías en realidad eran miembros de un grupo de exterminio que pretendían “limpiar” de pandilleros la localidad.

Algunos afectados se mostraron preocupados porque, según ellos, están en medio de la guerra que libran los mareros y constantemente se exponen a morir en fuego cruzado.

“Un día varios hombres anduvieron forzando los portones y falseando los candados… Uno no puede dejar de sentir temor porque ya no se sabe quién es el policía y quién el delincuente. Aquí por unos podemos pagar todos”, sostuvo un poblador.

Jaime Palma, jefe del Sistema de Emergencias 911 de la Policía de Mejicanos, admitió que en las últimas semanas se han dado incidentes delictivos en Los Conacastes y en colonias aledañas como la Bethel y la Buena Vista.

Él aseguró que hace un año la Policía y la alcaldía hicieron un proyecto que permitió reinsertar a mareros de la 18 que residían en la zona y con eso se redujeron los homicidios.

“Los pandilleros se habían reinsertado, ya eran retirados. Últimamente hemos tenido novedades ahí pero detectamos que quienes las cometen son quienes llegan de la Santa Rosa, de Cuscatancingo”, sostuvo Palma.

El delegado policial aseguró que los delincuentes que no son del lugar pertenecen al bando revolucionario de la mara 18 y lo que pretenden es ganar terreno en Los Conacastes y zonas vecinas para extorsionar a sus habitantes.

Aunque el inspector rechazó que a esas colonias estén siendo acechadas por grupos de exterminio, relató que en una ocasión — tras los dos incidentes violentos— varios hombres supuestamente vestidos de policía irrumpieron, a plena luz del día, en una casa donde presumían que estaban unos mareros.

Palma señaló que en el inmueble solo había una señora a quien no le hicieron daño. Los hombres, al no hallar a los delincuentes, recogieron varios objetos de valor de la casa y se los llevaron.

“Estos no son grupos de exterminio, descarto toda posibilidad de que sean estos grupos; llevamos investigaciones ahí y (los hechos delictivos) han sido cometidos por pandilleros de la Santa Rosa, no por grupos de exterminio”, aseveró el jefe policial.

Afectados temen éxodo provocado por maras

La supuesta existencia de grupos de exterminio en Los Conacastes no es lo único que preocupa a los pobladores. Algunos de ellos aseguran que lo que pretenden los mareros de la 18 es desesperar con acciones violentas a los lugareños para que abandonen sus viviendas y luego usuparlas.

“Ya secuestraron a dos taxistas de la zona para intimidarnos y obligarnos a irnos para que ellos puedan quedarse con nuestras casas”, dijo una de las personas afectadas.

Las suposiciones de los lugareños no están lejos de ser ciertas pues en la urbanización El Tazumal y la colonia Las Terrazas, en Ayutuxtepeque, que también son asediadas por la pandilla 18, decenas de casas han sido abandonadas por sus propietarios ante la inseguridad.

Algunas familias llevan varios años intentando vender los inmuebles en donde habitaron por décadas. Quienes corrieron con menos suerte se quedaron sin nada porque los pandilleros que supuestamente emigraron del cantón Los Llanitos, del mismo municipio, se adueñaron de las viviendas.

Algunos pobladores de Los Conacastes temen que en la zona también haya un éxodo provocado por los mareros .

Otro dolor de cabeza con el que deben de lidiar más de un centenar de familias de la localidad son los cobros de las extorsiones a lugareños y visitantes.

Contiguo a la colonia Los Conacastes, en la Buena Vista, está situado el punto de buses de la Ruta 2-A, cuyos propietarios y empleados, solo el año pasado, debieron parar labores varias veces tras ser amenazados por pandilleros.

A mediados de diciembre pasado tuvieron que guardar las unidades porque los delincuentes les exigían el aguinaldo, es decir una cuota de dinero adicional a la que entregan mensualmente.

En enero suspendieron otra vez el servicio a los usuarios por la misma razón.

Aunque la Policía amplió los patrullajes en los alrededores del punto de buses y del predio donde la ruta guarda los automotores esto no fue suficiente para que los afectados suspendieran la medida. Durante tres días no brindaron el servicio a la población.

Pese a este panorama de inseguridad Palma aseguró que “el control en esas colonias lo tiene la Policía, no lo tienen los pandilleros”.