Gastos en salarios ahogan inversión social en comunas

b La alcaldía de Santa Ana cuenta con 1,287 empleados La carga de empleados les limita la inversión social

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La construcción del relleno de Santa Ana le costó a la alcaldía $1,655.045La alcaldía de Sonsonate construyó la Mega Plaza, a un costo de $8,603,713.92. La alcaldía de Ahuachapán invirtió $110,129 en la instalación de 19 cámaras de videovigilancia.La alcaldía de Santa Ana es la que más empleados ti

Por Iris Lima, Mauricio Guevara comunidades@eldiariodehoy.com

2014-06-28 7:00:00

OCCIDENTE. La inversión social que se hace desde las alcaldías es bajísima en comparación con lo que gastan en concepto de salarios y gastos administrativos con pagos de energía eléctrica, agua potable y telefonía, entre otros.

Un documento titulado “Plan de competitividad municipal del municipio de Santa Ana 2012-2016”, elaborado en octubre 2012, gracias al apoyo de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), determinó que de los 13 millones 235 mil 677 dólares que percibió en ingresos corrientes, apenas 3 millones 603 mil 689.01 fueron invertidos en proyectos sociales, lo que representa apenas el 20.6 por ciento de los ingresos totales de ese año.

El resto fue, principalmente, para remuneraciones del personal y adquisición de bienes y servicios para el funcionamiento de la comuna.

De hecho, ese mismo año según el mismo documento, la comuna terminó en saldos rojos ya que el gasto que tuvo de $17 millones 496 mil 310 fue mayor que los ingresos corrientes. Solo en remuneraciones erogó el 40.99 por ciento del presupuesto, lo que equivale a $7 millones 171 mil 747.49.

En occidente, la alcaldía de Santa Ana es la que tiene la mayor cantidad de empleados que suman 1,287, pagando una planilla mensual de 493 mil 365.53 dólares. Le sigue la de Sonsonate con 634 empleados, cuya planilla al mes es de $269 mil 953.94 dólares.

Por último está Ahuachapán, con un total de 395 empleados en quienes la alcaldía desembolsa mensualmente $160 mil en concepto de salarios.

Esos montos reflejan que la mayoría de alcaldías gasta más de la mitad de los ingresos en salarios y pagos administrativos y equipamiento, y apenas entre un 20 y 30 por ciento es invertido en obras sociales.

Se intentó durante varios días hablar sobre el tema con el alcalde de Santa Ana, Joaquín Alfredo Peñate, pero no fue posible. La última vez dijo vía telefónica, que no podía atender la llamada por encontrarse en una sesión de fotografías y pidió que se le marcara de nuevo; sin embargo, en nuevos intentos ya no contestó su teléfono móvil.

En un evento realizado hace un mes, habló sobre el tema; y aunque admitió que tienen una sobrecarga de empleados, dijo que no pueden hacer despidos.

“Lo que sucede es esto: hay empleados a los que les dan carta médica del Seguro Social. Tenemos 75 empleados así, que están haciendo trabajos de conserje, trabajos de pasa papeles. Imagínese la carga (que son)”, manifestó.

Agregó que si estas personas no tienen los años de servicio es difícil despedirlos. “No es voluntad de nosotros contratar o tener a esta gente (contratada)”, explicó.

Los proyectos

Si bien el Fondo para el Desarrollo Económico y Social de las Municipalidades de El Salvador (Fodes) que reciben las municipalidades está destinado para promover el fortalecimiento municipal y el proceso de desarrollo local, entre otros, un 25 por ciento de ese dinero es para gastos de funcionamiento.

Con el 75 por ciento restante, las comunas tienen que potenciar el desarrollo y la autonomía de sus municipios.

El Fodes varía según la cantidad poblacional de cada municipio. Es así como Santa Ana recibe $3 millones 110.929 al año; Sonsonate, $2 millones 386 mil 866; y Ahuachapán, $2 millones 518 mil 203.

Con ese dinero, más lo que perciben en concepto de impuestos y tasas municipales, y ayuda de cooperaciones internacionales, las alcaldías realizan los proyectos.

El alcalde de Santa Ana, Joaquín Alfredo Peñate, desde 2012 a la fecha ha invertido $2 millones 393 mil 738. De ese monto invirtió $1 millón 655 mil 45 en la construcción del relleno sanitario que comenzó a operar en enero del presente año.

El resto de dinero fue para otros proyectos, tales como adquisición, colocación y puesta en marcha de 10 cámaras de videovigilancia; recarpeteos de algunos tramos de calles, y cambio de la cubierta del techo, canales y bajadas del mercado número dos.

Sin embargo, aún tiene pendiente la solución al problema de las aguas lluvias, donde ha reconocido que necesita $15 millones para ejecutar un plan integral.

Además, pese a que ha realizado planes de bacheo y recarpeteo, las calles de la ciudad continúan en pésimo estado.

“Dijo que iba a resolver el problema de las calles en mal estado, y después de dos años no se ha visto nada”, lamentó Leonel Guerra, habitante santaneco.

Por su parte, el alcalde de Sonsonate, Roberto Aquino, de 2006 a la fecha ha invertido 12 millones 42 mil 885 dólares, realizando la inversión más grande en la construcción de la Mega Plaza que costó $8 millones 603 m il 713.

El resto de dinero ha sido para mejoramientos de calles, proyectos de introducción de energía eléctrica, ampliación y mejoramiento de centros escolares, obras de mitigación en comunidades de alto riesgo, y construcción del mercado gastronómico, entre otros.

Aquino está consciente de que tuvieron que aumentar la cantidad de trabajadores a consecuencia de la construcción de la Mega Plaza.

“Cuando ingresamos a la comuna encontramos más de 600 empleados y redujimos a 500. Lo que hicimos fue que a los malos trabajadores los despedimos y congelamos las plazas; pero con la instalación de la Mega Plaza tuvimos que aumentar casi 100 empleados entre agentes del CAM y empleados de la Mega Plaza”, aseguró.

Para Aquino, el problema de la crisis financiera de las comunas a nivel nacional es que “el Gobierno Central le traslada demasiadas responsabilidades a las municipalidades; pero no le traslada fondos adicionales”.

Por citar algunos ejemplos, explicó que tienen que ayudar a las escuelas en infraestructura y hasta en pago de maestros. Además, apoyan al Ministerio de Salud en las diferentes campañas (dengue, por ejemplo), porque el Minsal no tiene recursos.

“Las municipalidades ocupamos muchos recursos para hacer funciones que son responsabilidad del Ejecutivo”, se quejó.

En Ahuachapán, Rafael Morán Orellana, durante cuatro periodos consecutivos como alcalde de la ciudad, ha hecho más de 1,500 proyectos con una inversión de $30 millones.

Entre los más relevantes durante su gestión está el proyecto de convivencia y seguridad ciudadana, la introducción de agua potable para 12 comunidades del cantón El Barro, y la construcción de un Centro de Formación Juvenil con apoyo del Gobierno de la República de Korea.

Para Morán Orellana, la clave en el manejo de las finanzas está en saber administrar los recursos que se tienen.