Jóvenes innovadores adiestran a otros en las TIC

Empresarios han creado espacio para ayudar a otros a emprender proyectos usando la tecnología de la información y la comunicación

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El mercado de las aplicaciones móviles es muy cambiante. Quienes desarrollan estos sistemas tienen que estar al día con lo que se produce a nivel mundial.

Por Susana Joma nacional@eldiariodehoy.com

2014-06-29 8:00:00

Espacio Zero. Así ha sido denominado la creación común de un equipo de jóvenes salvadoreños, propietarios de pequeñas empresas desarrolladoras de aplicaciones para telefonía móvil.

A través de Espacio Zero, estos emprendedores buscan ayudar a que otras personas, que tengan ideas innovadoras vinculadas a este campo se capaciten, creen sus propias empresas y productos, y puedan venderlos dentro y fuera del país.

Carlos Moreno, quien es fundador de la empresa Systemita.com e impulsor de esta iniciativa, explicó que Espacio Zero es un polo tecnológico que tiene su sede en la Casa Tomada, de esta capital.

Otras empresas que impulsan Espacio Zero son: Insert, con su proyecto Yawal; Kadevjo, una iniciativa que se dio a conocer por el juego Guanapolio, y Fablab.

El proyecto cuenta con el apoyo de la Embajada de España, que facilitó el espacio físico para arrancar y también ayuda a difundir el proyecto entre diferentes sectores del país.

“La idea del polo es tener un espacio físico donde las pymes, los emprendedores, tengan un lugar para trabajar y producir bajo una filosofía de ser lo más incluyente que se pueda: Es decir, cualquiera de las personas interesadas en las tecnologías o profesionales de este campo pueden participar en cualquiera de las áreas que queremos tener”, expresó.

Bajo la sombra de Espacio Zero en este momento hay doce profesionales de las distintas empresas, quienes trabajan de forma integrada no sólo en la creación de aplicaciones para teléfonos inteligentes, sino también en el diseño de productos y haciendo juegos animados. También hay personas que ven el tema de logística y análisis.

Todos ellos interactúan para desarrollar proyectos en forma cooperativa.

“El objetivo no es que salga de la habitación de mi casa y me venga a enclaustrar al ‘coworking’ (cotrabajo), sino que venga a compartir y a aprender para mejorar profesionalmente”, dice Moreno.

Él tiene más de 15 años de experiencia trabajando como desarrollador de software para teléfonos móviles en varios países de Latinoamérica. Explicó que en estos momentos las pymes enfrentan muchos problemas para participar en ferias e introducir sus productos en mercados internacionales.

Así que la idea es que Espacio Zero sirva como plataforma para ayudarles a generar productos tecnológicos de calidad, capaces de competir en este mundo cambiante y que, según lo externado por Moreno, tiene mucha demanda y genera muchas oportunidades de empleo.

El empresario local dijo que Brasil, Alemania, Australia, Arabia Saudita, Europa y Sudamérica requieren mucho de este tipo de servicios. Y, de hecho, los clientes que tienen en estos momentos son del extranjero.

De acuerdo a un estudio publicado el año anterior denominado “Mercado de Tecnología de El Salvador, con enfoque en el sector (TIC)”, el país tiene potencial para alcanzar nivelas de desarrollo en la industria tecnológica similares a los de Costa Rica y Colombia, pero ello requiere del trabajo conjunto del gobierno, la empresa privada, del sistema educativo y del mercado laboral.

El mismo estudio, financiado por USAID, estableció que al cierre del 2012 en el país había 138 celulares por cada 100 habitantes, es decir 8 millones 649 mil aparatos activos.

El análisis del mercado local y mundial de estas tecnologías es un punto de agenda en el seno de este proyecto.

Pero además de trabajar unidos en distintos proyectos para tener más capacidad de respuesta ante los pedidos de los clientes, quienes forman parte del polo, tienen la oportunidad de adquirir nuevos conocimientos a través las charlas y los cursos que se organizan.

También, Espacio Zero apoya establecer conexiones con nuevos clientes.

Ulises Gómez, de Insert El Salvador, señaló que el polo tecnológico está concebido para generar una espiral de crecimiento, tanto de las personas como de los procesos a partir de sus etapas: aprender, producir, emprender, innovar, escalar y enseñar.

Gómez expresó que a través del polo tecnológico pueden ayudar a personas (niños, jóvenes, adultos) que tengan interés en crear y poner en marcha proyectos de negocios con apoyo de las tecnologías de la comunicación y la información. Estos pueden ser de carácter social y cultural, educativos, de artesanías, artísticos y de ayuda comunitaria.

Un ejemplo es el proyecto de unos niños cuya idea es recoger zapatos nuevos o usados que, posteriormente, entregan en escuelas o comunidades donde han identificado que hay personas que los necesitan. Esa y otras iniciativas han sido apoyadas luego de las convocatorias a través de las redes sociales.