Roban mercadería y dinero a usuarios en La Hachadura

Los conductores son sometidos con armas de fuego

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La Policía aseguró que los hechos se dan en territorio guatemalteco. foto edh / CRISTIAN D??AZLos transportistas denunciaron que los asaltos se comenten principalmente en un tramo de 1.5 kilómetros. Ese trayecto es oscuro, lo que facilita los robos. Foto EDH/ Cristian Díaz

Por Cristian Díaz comunidades@eldiariodehoy.com

2014-06-08 7:00:00

AHUACHAPÁN. Los conductores que ingresan desde Guatemala hasta El Salvador, vía frontera La Hachadura, en el municipio de San Francisco Menéndez, son víctimas de asaltos por sujetos armados que aprovechan la lentitud con que la Dirección General de Aduanas procesa la información para permitir el paso a los transportistas de carga.

Las víctimas expresaron que la burocracia en el puesto aduanal les hace esperar hasta 36 horas para ingresar al país y eso les pone en riesgo.

Ante el incremento de esos delitos, los conductores han optado por no dormir durante el tiempo que deben de esperar para no ser víctimas de los asaltantes.

Los atracos son cometidos por un grupo de sujetos que utilizan armas de fuego para someter a los transportistas.

Las víctimas son despojados de mercadería, dinero en efectivo y hasta parte de los vehículos.

Uno de ellos identificado como Douglas Pintes, relató que todos los accesorios de las luces del cabezal le fueron hurtadas mientras se encontraba en el recinto aduanal. Las pérdidas ascendieron a $125.

Por fortuna, aclaró que andaba otros accesorios para poderlos sustituir, pues si reiniciaba el viaje podría haberse echo acreedor de una esquela por parte de la Policía.

“Lo que necesitamos es tener más seguridad porque los patrones se enojan; dicen que uno no cuida las cosas”, relató el conductor, quien llevaba abono con rumbo a El Salvador desde Guatemala.

Los afectados denunciaron que los hechos se registran principalmente en un tramo de 1.5 kilómetros que dividen ambas fronteras: La Hachadura, en El Salvador, y Pedro de Alvarado, en Guatemala.

Ese tramo carece de energía pública y patrullajes por parte de la Policía Nacional Civil (PNC) del vecino país, se quejaron.

“En ese trayecto a uno lo asaltan y nadie dice nada; le roban los gastos, las luces y las antenas. Los de Guatemala dicen que no pueden venir a cuidar aquí (tramo de 1.5 kilómetros) y los de El Salvador dicen que no pueden ir a cuidar allá”, relató David Ayala, otro conductor molesto por la situación.

Los gastos a los que se refiere podrían rondar hasta $500 por conductor.

Agregó que ya ha tenido que esperar hasta tres días para pasar sobre la aduana salvadoreña. Muchas de esas noches las ha pasado en vela para no ser víctima de asalto.

Ayala expresó que eso es un riesgo porque muchos conductores optan por continuar desvelados el recorrido, algunos hacia otros países centroamericanos, lo que podría generar accidentes de tránsito si alguno llegara a dormirse.

Él llegó a la fila a las 4:00 de la mañana del último martes de mayo y, a las 10:30 de la mañana del siguiente día, aún esperaba ingresar a El Salvador para dirigirse hacia Costa Rica llevando cal.

Jhonatan Velasco es otro de los afectados y no pudo especificar cuántos casos asaltos ocurren en esa área, a la que la Policía del lugar la denomina “interaduanal”.

Sin embargo, todos los conductores consultados saben de los asaltos de que son víctimas por la espera que deben de hacer ante los atrasos de la aduana salvadoreña.

“Si uno quiere descansar en la hamaca (que colocan en las rastras) y se duerme, le roban todo el dinero, lo dejan sin documentos, lo golpean y lo ultrajan. Ese trayecto es duro”, relató.

El argumento que les dan los empleados de Aduanas ante la tardanza es que el sistema se cae constantemente, pero algunos afectados, por separado, dijeron que la misma explicación dan cuando hay partidos importantes de equipos de fútbol de Europa.

Aparentemente, expresaron, los empleados abandonan sus puestos para ver dichos partidos.

Los usuarios dijeron que las tardanzas comenzaron a darse a partir de este año cuando colocaron el escáner en esa frontera; pero reconocieron que no todos pasan por el aparato de ese sistema.

El jefe de la subdelegación de la Policía en La Hachadura, subinspector José Castro, dijo que tienen conocimiento de este tipo de hechos; no obstante, cuando les piden a las víctimas que hagan la denuncia formal no lo hacen.

Los conductores no lo hacen porque la prioridad es llegar a sus destinos y no realizar los procesos legales que eso implica.

Agregó que los malestares los informan al ingresar a suelo salvadoreño y cuando los asaltos ocurren en territorio de Guatemala.

Su Policía no maneja datos de cuántas personas son afectadas por ese problema ante la falta de denuncia.

El oficial explicó que en caso que la víctima denuncie del lado salvadoreño, la Policía debe de trasladar el proceso a la Fiscalía y, luego, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores, se canaliza con las autoridades competentes en Guatemala para su respectiva investigación.

“No estamos en contra de tomar una denuncia, pero no presentan mayores elementos de prueba”, dijo el oficial.

Aunque se trató de conversar con policías guatemaltecos, dijeron no estar autorizados para dar declaraciones a los medios de comunicación.

El oficial salvadoreño reconoció que no sólo los transportistas son asaltados.

Este año han atendido, al menos, tres casos donde turistas y empleados de una empresa del país fueron asaltados por desconocidos.

En este último una persona recibió un disparo de arma de fuego en una piernas y tuvo que ser auxiliada al llegar del lado salvadoreño.

El subinspector expresó que entre ambas policías coordinan patrullajes, pero cada una lo hace en su respectivo territorio.

Agregó que la tardanza para que los vehículos de carga ingresen al país es porque no llevan su documentación en regla, por lo que deben de esperar para que sus agentes aduanales la generen.

Condiciones

Los asaltos y las largas esperas solo son parte de una camándula de incomodidades que enfrentan los transportistas en esa frontera.

En el lugar no hay mucho comercio y tiene que sufrir por la alimentación, tampoco existen sitios donde poder realizar sus necesidades fisiológicas y asearse.

Además, el estacionamiento del recinto aduanal está en pésimas condiciones; incluso, una parte está inundada.

Los transportistas expresaron que arruinan balancines, explotan llantas, doblan rines y dañan hojas de resorte porque el estacionamiento tiene baches, y en algunas partes resaltan piedras de considerable tamaño.

“El parqueo está mal, uno se lleva los guardafangos por los hoyos que hay. Lo que pido es, en primer lugar, que agilicen los trámites y también que aunque sea echen tierra para compactar”, dijo José Díaz.