El 20 de octubre de 2013, Elízabeth Chicas Salgado, de 18 años, se convirtió en otra víctima de violencia intrafamiliar.
Su pareja, Miguel Ángel Cruz Sánchez, de 28 años, con quien había procreado un hijo, hoy de tres años , la asesinó de ocho puñaladas, en la casa que compartían ambos y ante la presencia de varios testigos.
La víctima había sufrido abusos y maltratos de manera reiterada, por parte del imputado, por ello, el Juzgado de Paz de Concepción Batres, Usulután, prohibió al imputado acercársele.
La joven había abandonado a su pareja por la violencia que este ejercía sobre ella y por celos enfermizos que este sufría.
La noche que el acusado la asesinó, violó la restricción y luego de matar a su pareja, huyó del lugar.
Al siguiente día fue capturado por la Policía, quien impidió que se suicidara, ya que el sujeto se había inyectado un pesticida. Luego de recibir atención médica, Cruz Sánchez fue enviado a un centro penitenciario.
Durante el juicio, realizado en el Tribunal 2º de Sentencia de San Miguel, los fiscales aportaron una serie de pruebas, entre ellas, el relato de testigos que facilitaron la condena de 30 años.