Piden a Obama mayor seguridad en frontera EE. UU.

Gobernador texano califica de "crisis absoluta" la llegada de niños indocumentados

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Richard Perry, gobernador de Texas, solicitó al presidente de los Estados Unidos apoyo ante la llegada de miles de niños a la frontera de ese país. foto edh

Por tomás guevara Corresponsal en Washington, EE. UU.

2014-06-20 7:00:00

El gobernador del Estado de Texas, Richard Perry, llegó a Washington y aprovechó este viernes para enviar una carta al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en un llamado urgente que actúe ante la crisis desatada en la frontera con México por la llegada de miles de niños indocumentados procedentes en su mayoría de El Salvador, Guatemala y Honduras.

El gobernador de ese Estado, que experimenta el cuello de botella con los miles de menores de edad no acompañados por adultos que están saltando la barda de la frontera, califica la situación como una “crisis absoluta”, por lo que urge la intervención del gobierno federal.

De entrada, Perry solicita a Obama un millar de agentes de la Guardia Nacional, adicionales, para asegurar los pasos por la amplia frontera de Texas, donde los traficantes de personas pasan a los indocumentados hacia suelo estadounidense, en esta crisis la mayoría parecerían ser menores de edad.

También el gobernador —aprovechando un almuerzo con periodistas en Washington— expresó que ha invitado al mandatario estadounidense a que visite la frontera “para ver de primera mano la crisis humanitaria que se desarrolla como resultado de la llegada masiva de niños extranjeros no acompañados, cruzando nuestra frontera con México”, dijo.

El político texano, que asumió las riendas de ese Estado en el año 2000, y quien ha proclamado sus intereses de llegar a la Casa Blanca, reconoce –mientras los aspirantes a la presidencia para 2016 hacen cálculos para tirar sus cartas– que si bien hay diferencias políticas, en su carácter de republicano, ante la administración demócrata, la situación amerita dejar de lado esas diferencias y actuar de manera urgente.

Rick Perry adelanta que ve con buenos ojos los anuncios hechos por el ejecutivo estadounidense, este viernes, de presionar para agilizar fondos y acelerar un proceso de repatriación rápida de los indocumentados centroamericanos que están saturando la capacidad de respuesta en albergues en la franja fronteriza.

En un comunicado difundido por la oficina del gobernador se enumera los países que estarían complicando esta situación entre ellos El Salvador, Guatemala y Honduras.

Critica compartida

El gobernador de Texas, estado habitado por más de 26 millones, agregó además que la situación actual obedece a una cadena de desaciertos desde el gobierno federal para tratar el tema de la seguridad fronteriza.

“El problema sigue siendo nuestra política federal de fronteras porosas que fomentan la inmigración ilegal en vez de desalentarla”, afirma.

Su posición coincide con la del senador Robert Menéndez, demócrata y presidente del Comité de Relaciones Exteriores de la Cámara Alta del aparato legislativo estadounidense, que también señaló este viernes que esta situación obedece a una falta de acción eficaz desde el gobierno federal. (Ver nota aparte).

Para paliar la situación Texas ha anunciado la puesta en marcha de un programa de aumento de protección de la frontera apoyado por el Departamento de Seguridad Pública de Texas, para el que destinará $1.3 millones de dólares a la semana, fondos que deberían ser cubiertos el gobierno federal, apuntó.

En la misiva a Obama, Perry le pide al presidente utilizar aviones no tripulados y helicópteros adicionales Lakota para vigilar la zona; además facultar de manera temporal a los elementos de la Guardia Nacional para realizar arrestos de personas que intenten cruzar el límite fronterizo sin una autorización del gobierno estadounidense.

A la vez en la gestión de la crisis, la gobernatura está solicitando que los Centros para el Control de Enfermedades tomen parte en los albergues para garantizar las normas de saneamiento de los menores retenidos en las instalaciones que han superado su capacidad de abasto.

Como gobernador del influyente estado sureño, Richard Perry ha pedido al presidente Obama desarticular desde el Departamento de Seguridad Nacional, DHS, las acciones que “sirven como imán para fomentar la inmigración ilegal”, y cita la política de DHS y su brazo operativo, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, de “capturar indocumentados y luego liberarlos”; además de los largos procesos para materializar la deportación de indocumentados.