Nahomy logró su sueño: ser ingeniera aeroespacial

La talentosa salvadoreña, originaria de Zacatecoluca, se graduó del Instituto Tecnológico de Massachusetts el viernes, continuará en EE. UU. para hacer un año de práctica laboral

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Nahomy Hernández Cruz (a la derecha) festeja la obtención de su título junto a sus compañeros de carrera. Foto EDH /CORTES??A.

Por Susana Joma nacional@eldiariodehoy.com

2014-06-08 9:00:00

Luego de cuatro años de esfuerzos intensos en las aulas del prestigioso Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), ubicado en Boston, Estados Unidos, la joven salvadoreña Nahomy Jhopselyn Hernández Cruz se graduó de la carrera de ingeniería aeroespacial, tal como se lo había propuesto.

“Era un sueño muy alto y (estoy) muy feliz de que con ayuda de Dios haberlo podido conseguir”, dijo ayer muy emocionada al recordar la ceremonia de graduación que se llevó a cabo el viernes pasado en el seno del MIT y a la que asistieron sus padres, Afrodicio Hernández, Silvia de Hernández y sus hermanos José Luis y Mariela.

Justo el MIT es uno de los mejores centros de enseñanza superior de Estados Unidos, dedicado a la docencia y a la investigación, en especial en las áreas de ciencia, ingeniería y economía.

Según explicó vía telefónica, ella fue la única salvadoreña que se graduó a nivel de grado, pero aclaró que otro compatriota se graduó de una carrera de postgrado: de una maestría. “Había mil estudiantes de grado y luego como más de mil estudiantes de postgrado, entonces no alcancé a ver al otro salvadoreño”, manifestó al consultarle si habían coincidido.

La alegría y el orgullo que expresa sentir no son para menos. En 2010 y luego que las autoridades de ese instituto la aceptaron como alumna y becaria de ese instituto, ella emprendió una lucha por lograr fondos que le permitieran complementar el alto costo de sus estudios, mismos que superaban la capacidad de sus padres.

Debido a su alto nivel académico ella logró tener acceso a una beca de parte del gobierno local. Otra de la Embajada de Estados Unidos, que le sirvió en el primer año de estudios y una más de la Fundación Poma. De allí que aprovecho para agradecer a estas instancias, en especial a la Fundación que ha estado muy pendiente de ella.

“Ha sido un reto bastante grande desde el primer semestre hasta el último”, afirma Nahomy Hernández Cruz, quien ha sido la primera alumna del Programa Jóvenes Talento, de la Universidad de El Salvador (UES), en agenciarse un lugar en el MIT. Y es que hoy en día, Manuel Mundo, otro joven del mismo programa sigue sus pasos y ha culminado su primer año en ese centro.

Nahomy explicó que el MIT exige a todos sus alumnos llevar otras materias que no son relacionadas con la carrera que estudian, por ejemplo de arte, ciencias sociales y humanidades. Pero además, ella también participó en The Gordon Engineering Leadership Program.

Según indica, es un programa extracurricular al que decidió entrar no por los créditos académicos, sino por la experiencia. “Es un excelente programa donde se desarrollan las habilidades de liderazgo en ingeniería y habilidades que no se aprenden en el salón de clases: trabajar en equipo, hacer presentaciones, resolver problemas cuando hay conflictos, tomar decisiones cuando no se tiene toda la información sobre el caso”, citó.

Cuando se le pregunta qué opina de estos años de estudio y de convivencia con estudiantes de otros países, ella no dudó en señalar que “han sido, indudablemente, los mejores cuatro años de mi vida, no sólo por el crecimiento como persona. MIT me ha exigido mucho y me ha retado de una forma que nunca imaginé. Me ha hecho saber resistir algunas derrotas cuando algunas cosas no salen como uno las espera, saber levantarse y también sobrevivir lejos de mi país, de mi familia, de mis amigos y saber lidiar con muchísimas culturas”.

Pero los retos no terminan y se dispone a cumplir una práctica de trabajo que le es permitido cumplir con su visa de estudiante.

“Ya terminé mi carrera, pero continúo como con un complemento de mi programa académico por un año más. Estaré haciendo prácticas en una compañía aeroespacial aquí en Massachusetts. Luego de eso voy a El Salvador, porque tengo beca del gobierno y me exige regresar, y primero Dios poner en práctica todo lo que he aprendido para el servicio de El Salvador de alguna forma”, explica la joven.

Nahomy, quien en este momento tiene sentimientos encontrados porque dejará de ver a los amigos que hizo en este tiempo, está consciente que este tipo de carreras no tiene mucho campo en el país dice estar optimista de encontrar oportunidades de empleo. “Tal vez no en la forma en que yo lo ambición, pero sé que si habrá algo que yo pueda hacer y que va a contribuir a El Salvador”, puntualizó la joven.