Sensuntepeque se preparaba la mañana del jueves para despedirse del estudiante Arnoldo Amaya, de 17 años.
Arnoldo salió ayer temprano de su casa, como siempre, a sus clases, en el Instituto Nacional del municipio. Cuando iba en el microbús, pandilleros lo bajaron y le dispararon cinco veces.
El crimen ha consternado al municipio, que se unió para acompañar por última vez al joven.
Sus compañeros de estudios, maestros y amigos se aglomeraron en la funeraria en la que desde ayer eran velados los restos del joven.
Autoridades aseguraron que Arnoldo no tenía conexiones con las pandillas, y que desconocen por qué lo atacaron.