LA LIBERTAD. El fenómeno de la roya del café ha afectado a millares de familias del país que dependen de las actividades relacionadas con la recolección del fruto, y la comunidad Santa Adelaida, ubicada en el cantón El Matazano del Municipio de Comasagua, es una de ellas.
En temporadas normales de cosecha, se producen cerca de 10 mil quintales de café orgánico, lo cual permite que durante tres meses, las personas tengan trabajo, ganando en promedio seis dólares diarios.
Sin embargo, a causa de la roya, se disminuyó el trabajo de las familias en las fincas. En la cosechaba 2013-2014 solamente se recolectaron 700 quintales de café, lo que significó tres semanas de trabajo y la recolección de 15 libras diarias, pagándose a $0.50 al día.
Aquí, las familias han tenido que migrar a la capital a trabajar en oficios varios para buscar su sustento diario; aunque algunas que continúan trabajando en los cafetales de la zona, tienen la esperanza que la situación puede mejorar.
“Usted sabe que la gente del campo no es muy preparada a nivel académico, pero el que se puede desempeñar de otra forma lo ha hecho y la que no, ahí anda rebuscándose para darles el sustento a los niños”, dijo Milagro del Carmen Urquilla, una de las habitantes de la zona.
Desde finales de 2013, el Programa Mundial de Alimentos (WFP por sus siglas en inglés ) y Plan Internacional, han entregado alimentos en esta comunidad a las familias que han sido identificadas en inseguridad alimentaria por la roya, bajo la modalidad de Alimentos para la Creación de Activos y Capacitación.
El pasado jueves, desde temprano, los habitantes de Santa Adelaida y cantones aledaños comenzaron con la selección de los alimentos y la separación de cada una de las raciones de arroz, frijol y aceite que fueron entregadas a 167 familias para la alimentación de un mes.
Por medio de este proyecto se les da la comida, pero las familias, a cambio, tienen que trabajar 20 jornadas en el mes, donde la comunidad se encarga de identificar el tipo de actividades que les pueden ser beneficiosas.
Según Urquilla, en el caserío han visto como una oportunidad el clima de la montaña y junto con los demás vecinos, han comenzado a poner en marcha un pequeño vivero en un terreno de la Cooperativa Cafetalera Santa Adelaida.
Desde hace unos semanas, ellos han puesto manos a la obra para terracear el terreno y hacer las zanjas para poner los ejemplares de ciprés, un árbol maderable que se da mucho en la zona y sirve como sombra para el café.
“Nos falta mucho, pues nos han ofrecido más bolsas, pero queremos seguir”, indicó.
Según los habitantes, encontrar la semilla del ciprés es una tarea minuciosa y tienen esperanza que van a vender estos árboles maderables para tener una opción más para sus hijos, cuando la cosecha no de abasto.
“Nosotros también habíamos pensado plantar plantas aromáticas como cilantro, perejil y otras, y en eso pensamos seguir”, añadió la beneficiada.
Además de este vivero, están trabajando en un huerto comunitario donde se están sembrando diferentes tipos de verduras. Ellos también han recibido capacitaciones por parte de Plan para saber cómo aprovechar más las cosechas de este jardín.
El trabajo en Santa Adelaida es una muestra de lo que el PMA está realizando en diversos cantones.
A la fecha, ha beneficiado a más de 9 mil familias que han sido afectadas por la roya en Comasagua, La Libertad; zona del volcán de San Salvador, Ciudad Barrios en San Miguel, entre otras.