Matan a vigilante privado que se negó a ingresar a pandilla

En Cuscatlán, mara asesinó a un exsoldado

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Nelson Isaías Rivas, de 24 años, fue ultimado cuando regresaba de trabajar en San José Villanueva, La Libertad. Tenía dos días de estar laborando como vigilante. Foto EDH / Jaime Anaya.

Por Regina Miranda Diana Escalante sucesos@eldiariodehoy.com

2014-06-12 7:00:00

Una bebé de cinco meses de nacida se quedó ayer sin su padre porque unos pandilleros lo asesinaron a balazos, aparentemente porque se negó a ser parte de la estructura criminal.

Nelson Isaías Rivas, de 22 años, tenía dos días de estar trabajando como vigilante privado en una residencial de San José Villanueva, en La Libertad, según sus parientes.

La noche del miércoles había estado de turno, por lo que ayer, pasadas las 6:00 de la mañana, se dirigía a descansar a su casa cuando lo mataron.

El atentado ocurrió a media cuadra de su vivienda, en la colonia La Estancia, del mismo municipio. Se conoció que unos delincuentes ya lo habían amenazado.

Fuentes policiales sostuvieron que el joven, presuntamente, tenía allegados a estos grupos delictivos, por lo que eso también tendría relación con su asesinato.

Dos horas después, a pocos kilómetros de donde Rivas fue ultimado, el cadáver de un hombre fue encontrado en un río que atraviesa la lotificación El Zapote.

El hombre fue identificado como Baltazar de León Pérez, de 37 años. Aparentemente, él solía andar bajo los efectos del alcohol y residía en la lotificación San Paulino, asediada por la mara Salvatrucha, situada a unos tres kilómetros de donde lo mataron.

Preliminarmente, la Policía informó que hay indicios de que quienes ultimaron al señor son miembros de la mara 18 que delinque en el cantón El Jobo, en Huizúcar. Se desconoce el móvil del ataque.

Hace cuatro días, dos jóvenes de 17 y 20 años fueron encontrados muertos en el cantón Las Dispensas, siempre en San José Villanueva.

Los hombres pertenecían a una pandilla y fueron encontrado muertos varias horas después de haber sido raptados.

Hasta ayer, las autoridades no habían realizado capturas por ninguno de los cuatro asesinatos.

Asesinan a un estudiante y hieren a su hermano

Unos ocho hombres armados, que fingieron ser policías, irrumpieron ayer en la madrugada en una improvisada vivienda de láminas del barrio El Calvario, en Rosario de Mora, al sur de San Salvador, y obligaron a sus ocupantes, incluidos varios niños, a salir al patio.

Los delincuentes, que vestían ropa oscura, derribaron la puerta con un mazo de hierro, únicamente dejaron dentro de la casa a Reyes Alexánder Vega Guzmán, de 18 años, y a un hermano de este, de 17.

Al primero le hicieron varios disparos, hasta provocarle la muerte, y a su pariente lo lesionaron de gravedad en el rostro. Ayer por la tarde se desconocía cuál era su estado de salud.

Los familiares de las víctimas aseguraron que ambos eran estudiantes. El de 18 años, dijeron, cursaba segundo año de bachillerato.

Los parientes descartaron que los jóvenes pertenecieran a pandillas, por el contrario, señalaron que por haberse negado a ingresar a estos grupos delictivos fue que los atacaron.

En contraste, fuentes policiales sostuvieron que los hermanos Vega Guzmán se vinculaban con pandilleros y no descartaban que los asesinos también lo fueran.

Entre las víctimas de la violencia también están el exsoldado José Moisés Avilés, de 25 años, quien fue asesinado en Santa Cruz Michapa, Cuscatlán. Lo mataron de cinco balazos, pandilleros de la 18.

La Fiscalía también registró el homicidio de Juan Alberto Renderos, de 31 años. El crimen fue en el barrio San Antonio, en San Juan Nonualco, La Paz. Se presume que había desertado de una pandilla.

En la colonia Santa Rosa de Acajutla, Sonsonate, también fue localizado el cadáver de un hombre que no pudo ser identificado. La Policía presume que era pandillero.