Don Osmín, el salvador de los perros callejeros

Este noble hombre hizo de su casa en Sensembra, Morazán, Un Hogar para Perros, alberga a canes que son abandonados

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Son 40 perros, en su mayoría callejeros, los que viven en este hogar en el municipio de Sensembra, Morazán. La comida no alcanza, mientras que bañarlos a todos es un tarea titánica.

Por Marielos Ramírez comunidades@eldiariodehoy.com

2014-06-21 7:00:00

Desde hace siete años el hogar de don Osmín Flores Leiva ha venido creciendo sin que él así lo planeara.

Jamás se imaginó que después de rescatar a una perrita en San Miguel, hace siete años, su casa se convirtiera en Un Hogar para Perros, un lugar que ala fecha acoge a 40 canes.

En medio de sus inseparables amigos y de sus ladridos, don Osmín trata de recordar el nombre de cada uno: Pepa, Pinina, Tigre, los Choto, son algunos de ellos. Aunque a veces prefiere llamarlos de acuerdo a sus características particulares: el café, la rebelde o el que tiene manchas.

“La mayoría tiene nombre, pero me cuesta diferenciar a algunos”, dice entre risas.

Cada perro rescatado tiene una historia, desde el que dejaron abandonado en la calle, en un río o en una quebrada, hasta el que llegaron a dejar a la puerta de su casa ubicada en Sensembra, Morazán.

A ninguno le ha negado la oportunidad de tener un hogar, un techo, comida y el cariño que no pudieron darle otras familias. Con tristeza contó que algunos vecinos tildan a su esposa Consuelo y a él como “locos”. Pero esa locura, aseguró, ha salvado a muchos animales de morir atropellados o envenenados. Según don Osmín, hace unas semanas les lanzaron “bocado” y 10 perros murieron.

Ayuda para el Hogar

Cuidar a un animal siempre es una tarea titánica, ¿y si son 40?.

Para don Osmín, solo bañarlos es todo un reto que no puede cumplir todos los días, incluso, pasan semanas que muchos no reciben un buen baño.

Pese al amor que don Osmín tiene por los perros, aseguró que su “capacidad llegó a sus límites”. Desde que quedó desempleado les ha dedicado todo su tiempo, pero eso no es suficiente, dijo.

“A veces no tenemos comida ni para nosotros (esposa y nieta). A los animalitos, cuando se nos ha terminado la comida, les damos hasta mangos, que aquí abundan”, contó.

Asegura que en el hogar los cuida “con lo que se puede”. Pero cuando se les enferman, hace “milagros” para conseguir dinero y comprar medicinas. Si quiere ayudar visita su página en Facebook: Un Hogar para Perros , los sensembritos se lo agradecerán.