Pese a las marcadas diferencias ideológicas y políticas, entre Los Estados Unidos y los países del cono Sur como Bolivia y Ecuador, ambos bloques coincidieron en darle la bienvenida al nuevo gobierno de Salvador Sánchez Cerén y del FMLN, pero además, le manifestaron su apoyo y la cooperación de sus gobiernos en el próximo quinquenio que ayer inició con el traspaso de mando presidencial, al cual asistieron como parte de las delegaciones extranjeras especialmente invitadas.
“Es un día muy importante para El Salvador, estoy contenta, muy contenta, externó Mari Carmen Aponte, embajadora de Los Estados Unidos en El Salvador, a su salida del acto oficial de traspaso realizado en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (Cifco).
La diplomática estadounidense manifestó con aplomo que lejos de aflojar las relaciones entre ambas naciones y gobiernos, las mismas se van a consolidar aún más y que su gobierno hará todo lo que esté a su alcance para que eso sea así.
“La relación se va a profundizar, estamos seguros y vamos a trabajar por profundizar esa relación”, manifestó Aponte. Inclusive dejó entrever que el segundo desembolso de Fomilenio II puede darse en la actual administración de Sánchez Cerén ( Ver nota aparte).
La embajadora de Estados Unidos en El Salvador estuvo presente en el acto de traspaso de mando presidencial, aunque la representante oficial del gobierno de Barack Obama fue María Contreras Sweet, Administradora de la Agencia Federal para el Desarrollo de la Pequeña Empresa.
Evo Morales, el presidente de Bolivia, quien fue uno de los personajes más ovacionados en el acto de ayer, tuvo palabras similares a las de Aponte, respecto a la relación que habrá entre su gobierno y el de Sánchez Cerén.
“Estamos muy contentos. Dos guerrilleros ayer, ahora son presidentes. Un éxito histórico, por eso venimos acompañar a nuestro hermano Salvador Sánchez”, dijo Morales, quien ayer vistió como acostumbra asistir a actos oficiales: lucía una sacola negra con ribetes y adornos indígenas.
Al preguntarle de qué manera se va a dar la cooperación entre ambos pueblos, Evo Morales apeló a los lazos de amistad que ya existen con el excomandante guerrillero y firmante de los Acuerdos de Paz de 1992.
“Vamos a reunirnos, somos amigos, somos compañeros, y tenemos por supuesto coincidencias ideológicas, programáticas con base a los valores. Vamos a ver como podemos trabajar de manera bilateral con profundo sentimiento humano”, manifestó el gobernante boliviano.
Evo Morales dejó entrever que con la anterior administración de Mauricio Funes hubo un sentimiento de amistad, pero que con Sánchez Cerén, será mucho mayor ese sentimiento.
“Había una relación pero no tan profunda, queremos profundizar las relaciones. Vamos a profundizar, vamos a mejorar las relaciones”, expresó el presidente de Bolivia.
Su homólogo suramericano, Rafael Correa, presidente del Ecuador, fue escueto en sus palabras, pero fueron de beneplácito por el arribo al poder de uno de los máximos dirigentes del FMLN, pues a su juicio, tiene un significado especial.
“Significa la continuidad de la democracia y sobre todo, la esperanza para todos de un gobierno progresista y de justicia social”, manifestó Rafael Correa, quien junto a Evo Morales fue uno de los jefes de Estado más ovacionados durante el acto de traspaso de mando presidencial y de los más solicitados para posar con los asistentes para una foto del recuerdo.
El Príncipe Felipe de Borbón, representante de España, y quien acostumbra asistir a las tomas de protesta de los países latinoamericanos, también fue muy solicitado por los asistentes al evento para tomarse una fotografía. Aunque se le preguntó sobre el nuevo gobierno, no fue posible obtener su respuesta pues su seguridad lo impidió.
Notoria fueron las ausencias del presidente de Venezuela Nicolás Maduro y de Nicaragua, Daniel Ortega, tomando en cuenta la estrecha amistad entre ellos, aparte de la afinidad ideológica y con el sistema del Socialismo del Siglo XXI.
Quien tampoco asistió fue el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, a quien analistas de su país le habían recomendado no venir por el asunto de la isla Conejo, quien Honduras reclama como suya, pero también El Salvador.
Exmandatarios
Al acto de imposición de la banda presidencial a Sánchez Cerén también asistieron otros presidentes el área como Otto Pérez, de Guatemala y Luis Guillermo Solís , de Costa Rica, así como el presidente de República Dominicana, Danilo Medina, y el vicepresidente de Cuba, Salvador Antonio Valdés.
Estuvieron presentes también los exmandatarios Álvaro Colom, de Guatemala; Fernando Lugo, del Paraguay y Manuel (Mel) Zelaya, de Honduras, quienes tuvieron expresiones de esperanza de un mejor porvenir para el pueblo salvadoreño.
“Creo que los caminos de una reconciliación nacional están abriéndose paulatinamente, y creo que el discurso del presidente Salvador (Sánchez Cerén) realmente lo ha evidenciado”, externó el exgobernante paraguayo.
Zelaya y Colom, por su parte, ven un mejor horizonte para Centroamérica.
“El que quiera profundizar sus diferencias va por un camino equivocado. Centroamérica requiere de la unidad para desarrollarse. Honduras no se puede desarrollar sin El Salvador, sin Guatemala, sin Nicaragua”, advirtió Zelaya.
Hubo además delegaciones del medio oriente y de Asia al acto oficial.