Crece índice de suicidios en adolescentes embarazadas

El fenómeno de las pandillas se identifica como una de las causas

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En 2012, según datos del Ministerio de Salud, el 23.8 por ciento de todos los partos hospitalarios atendidos en la red del sistema de salud correspondía a adolescentes. Foto EDH / archivo

Por Yamileth Cáceres nacional@eldiariodehoy.com

2014-06-07 8:00:00

Un nuevo fenómeno se ha agregado a los suicidios como causa de muerte materna, especialmente en las adolescentes: la violencia por pandillas.

Este es uno de los factores que se asocia al incremento de mortalidad materna en jóvenes por lesiones autoinfligidas registrado en los últimos años en el país, de acuerdo con datos proporcionados por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

En 2006, de las 21 muertes reportadas de adolescentes embarazadas que tenían entre 10 y 19 años, en tres casos se trató de suicidios.

Mientras que el año pasado hubo 12 muertes maternas en menores de edad; seis de ellas se quitaron la vida.

El suicidio como causa de muerte materna en adolescentes entre los 15 y 19 años pasó de representar el 14 por ciento en 2006 al 50 por ciento en 2013. “Este incremento está asociado con mayor búsqueda de casos a través de tamizaje de prueba de embarazo a toda mujer que fallece por intoxicación y al incremento de la violencia de maras”, según el análisis de la OPS.

Uno de estos casos reportados es el de una joven que compró el veneno con el dinero que cobró de la extorsión luego de ser obligada a relacionarse con un pandillero.

Todo sucedió después de que junto a su familia se cambiaron de residencia. El líder de una pandilla la comenzó acosar, por las noches llegaba a la casa; con pistola en mano le exigía a la madre que se la entregara, de lo contrario la amenazaba con dispararle en los pies o al aire.

Debido al acoso que vivía, no pudo estudiar, siempre iba acompañada de dos miembros de la mara. El cabecilla era un hombre mayor.

La familia relató que la joven era alegre, pero se volvió introvertida, inestable emocionalmente y vivía con miedo. Luego se volvió conflictiva y agresiva, hasta que se quitó la vida.

“La madre no sabía del embarazo y cuando la chica tomó la decisión (de suicidarse), con el dinero de una extorsión que ella cobraba compró ropa y el veneno”, se detalla en un informe proporcionado por la OPS.

José Ruales, representante de la OPS en El Salvador, manifestó que el suicidio como causa de muerte materna relacionada con las pandillas es un fenómeno que recientemente se está documentando.

“A nivel internacional se está reconociendo la importancia de la violencia de todo tipo como un factor determinante de los suicidios en las mujeres, particularmente en las adolescentes. No hay estudios que hayan profundizado esta relación”, dijo Ruales.

El médico expuso que no se tiene suficiente información de la frecuencia e incidencia de los suicidios de adolescentes embarazadas y su relación con la violencia y pertenencia a pandillas en el país. Opinó que es un estudio complejo que debe ser abordado desde la sociología y la psicología.

Ruales agregó que es un factor que debe ser estudiado a profundidad probablemente por el Instituto Nacional de la Salud (INS) e investigadores de diversas disciplinas de universidades y sería necesario que las agencias internacionales apoyen en el trabajo.

Elisa Menjívar, colaboradora técnica de la Unidad de Salud Sexual y Reproductiva del Ministerio de Salud (Minsal), dijo que ellos no registran este tipo de datos porque no le compete a la institución y en las auditorías no se refleja ninguna situación así.

Para Ruales, en general, este tipo de muerte materna es una situación preocupante, que refleja la ruptura y el fracaso de todos los mecanismos de adaptación y defensa emocional y psíquica de una persona, particularmente en la adolescencia.

Además refleja una condición que pudiera estar relacionada con la no aceptación de un embarazo, quizá porque no fue planificado, porque es producto de la violencia sexual y la persona no puede tolerar las presiones de su entorno.

El año pasado en el país hubo 11 embarazadas que se quitaron la vida, de ellas seis eran adolescentes.

Entre el 1 de enero y el 30 de abril de este año, el Minsal reporta tres muertes maternas de adolescentes, todas fueron autoinfligidas: se envenenaron.

Menjívar indicó: “Acordémonos que el adolescente no se intoxica por matarse, se intoxica intentando terminar con el embarazo como causal de su problema. Ellas no dicen me voy a matar, sino (que) ven como un problema el embarazo y creen que tomando estas sustancia van a tener una finalización del embarazo y no es así, se mueren”.

Entre los casos reportados en 2014 se encuentran el de una joven de 16 años originaria de Chalatenango, ella murió el 3 de febrero en el hospital de ese departamento tras ingerir rodenticida. Otra adolescente de 16 años procedente de Metapán, en Santa Ana, falleció el 19 de febrero al envenenarse con herbicida.

De acuerdo con la colaboradora técnica de la Unidad de Salud Sexual y Reproductiva, entre las características de este grupo es que son adolescentes de estrato social bajo, muchas de ellas sufrieron violencia intrafamiliar, proceden del área rural y son mayores de 15 años.

“Vemos en algunos de esos casos violencia sexual, que (el embarazo) no han sido por una relación consensuada sino que ha sido bajo violencia sexual”, añadió Menjívar.

La OPS considera que “tanto en El Salvador como en otros países del continente, uno de los principales factores asociados con el suicidio es la violencia y no la presencia de problemas psiquiátricos y depresión posparto”.

Menjívar dijo que llevan una base de datos completas sobre cada muerte materna, del lugar de origen, si llevaron o no control prenatal, cuántos meses de embarazo tenían cuando se mataron, en qué hospital se les atendió, si estudiaban o no, pero expresó que se trataba de datos confidenciales.

Según la OPS en el país, a pesar de que la proporción de embarazadas adolescentes tiende a disminuir del 30.2 por ciento en 2005 a 23.8 por ciento en 2012, el porcentaje de muertes a causa de suicidio ha incrementado sobre todo en mujeres entre los 15 y 19 años.

Entre 2011 y 2012, en total en El Salvador se notificaron 18 embarazadas que se quitaron la vida, 10 de ellas eran adolescentes entre los 15 y 19 años; en todas, la forma del suicidio fue envenenamiento.

El 44 por ciento de ellas utilizó fosfuro de aluminio, el 12.5 por ciento terbufus, el 6.25 por ciento metilpharation y dicloruro de paraquat, los tóxicos usados son productos de uso común en las labores agrícolas y de venta libre, detalló la OPS.

De las 18 casos solo dos mujeres estudiaban al momento de la muerte, según datos de la auditoria realizada por personal del Minsal, el resto dejó su formación educativa por trabajo, embarazo, desatención familiar y violencia.

El 19 de mayo se solicitó una entrevista con el Fondo de Población de las Naciones Unidas, organismo que ha trabajado en este tema, el personal de comunicaciones informó que se haría la gestión, pero hasta la fecha no se tiene respuesta.