Un grupo de empleados municipales de San Salvador protestó frente a las instalaciones del Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM), en la Calle 5 de Noviembre, porque aún no les han dado los uniformes y otros equipos de trabajo.
Los inconformes son tres agentes municipales quienes expresaron que aún no les han entregado nada, a pesar de que la semana pasada el alcalde Norman Quijano afirmara que ya había comenzado la entrega de los uniformes al personal.
Entre los manifestantes estuvo el agente del CAM, Armando López Ramírez, quien en mayo pasado mantuvo una huelga de hambre por 20 días exigiendo mejores condiciones de trabajo para él y sus compañeros.
El agente López Ramírez desmintió ayer que se haya iniciado la distribución de los uniformes y demás equipo.
“El jueves pasado el alcalde anunció que era oficial la entrega de botas, capas, uniformes, gorras, cantimploras para el Cuerpo de Agentes Metropolitanos, y herramientas de trabajo para otros sectores, es totalmente falso, no ha entregado ni botas ni capas ni gorras ni herramientas de trabajo”, dijo.
Agregó que ante la opinión pública “el alcalde le ha entregado todas las prestaciones al CAM, pero en la práctica no ha dado absolutamente nada, y seguramente ni las piensa dar”, insistió.
Sin embargo, el descontento y exigencia de los policías municipales de la comuna capitalina no tienen razón de ser porque ya ha comenzado la entrega, explicó el director del CAM, Gilbert Cáceres.
“El caso del señor Armando López Ramírez sale fuera de todo contexto, por varias razones: primero, hay una mesa de alto nivel del concejo reunido en la Procuraduría con algunas asociaciones gremiales”, dijo.
“Por el otro lado, la dirección del CAM con el señor Óscar Ramírez estamos también en unas reuniones todas las semanas viendo algunas problemáticas”, añadió Cáceres.
Según el director del CAM, el tercer punto es que lo que el empleado Ramírez está solicitando, que se refiere a las prestaciones, ya el concejo municipal y el alcalde están en el proceso de entregar las prendas, por eso es que sale fuera de contexto, explicó Cáceres.
Además, denunció que López Ramírez quería quemar llantas, acompañado de un grupo de personas de la tercera edad, que también habían llegado supuestamente a averiguar sobre el avance de un proyecto de introducción de agua potable que habían solicitado para la comunidad en la que residen.