La construcción de los corredores exclusivos para los buses del Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador (Sitramss), así como las paradas de buses y la terminal de Integración se han ejecutado entre pruebas y errores.
Además de no cumplir con los plazos programados para entregar las obras, los trabajos ejecutados a la carrera y de forma simultánea han provocado, en casi un año, caos vehicular en San Salvador.
Tampoco han anunciado la tarifa que tendrá este servicio, pese a que se comprometieron a hacerlo después de las elecciones presidenciales.
Todos los tropiezos no han permitido que el presidente saliente Mauricio Funes pudiera inaugurar uno de sus proyectos estrellas, tal como tenían proyectado hacerlo.
La reestructuración de las rutas de Soyapango e Ilopango que convergen con el Sitramss es otro de los temas al que le ha dado largas el Viceministerio de Transporte (VMT) y que se suma a la lista de trabas para echar a andar el megaproyecto.
Según el viceministro de Transporte, Nelson García, ya iniciaron conversaciones con las rutas que saldrán más afectadas por la megaobra.
Pero reestructurar las 51 rutas de esa zona podría tomarle más tiempo de lo proyectado a la dependencia del Ministerio de Obras Públicas (MOP).
El representante legal de Acopatt, ruta 29, Juan Pablo Álvarez, confirmó que efectivamente el VMT ya inició conversaciones con las rutas de ese sector, pero estimó que la reestructuración “no es algo tan sencillo”.
Con base a información dada por el Sistema Integrado Prepago (Sipago), 46 rutas resultarán muy afectadas porque se les recortará el recorrido y solo cinco mantendrán sus trayectos actuales cuando inicie operaciones el Sitramss.
“Al final definitivamente tienen que ponerse de acuerdo ruta por ruta porque la realidad de todos es diferente aunque seamos de la misma zona”, explicó Álvarez.
El pasado 15 de mayo, el viceministro García aseguró que las reuniones son de tipo informativa hacia los transportistas, sobre los inminentes cambios.
García aclaró que el punto de origen o de salida de cada ruta se mantiene, no así sus destinos: uno será la terminal de Integración en Soyapango y el otro en un predio en Ilopango, cerca del aeropuerto.
El transportista recalcó que debido a que apenas han iniciado las reuniones con representantes del VMT para discutir este tema, todavía no hay acuerdo definido.
“Tenemos apenas una semana de estar yendo a una o dos reuniones. Todavía falta definir los cambios de recorrido y los recortes”, estimó.
Ante las posibles fechas de arranque del Sitramss, que van desde finales de julio hasta la última semana de agosto y primera de septiembre, Alvarez estimó que este solo daría inicio cuando “todos estemos en el barco”.
“Lo que queremos es que el proyecto se desarrolle de una manera correcta y que no excluya a los transportistas de la zona”, estimó.
Debido a que no hubo cambio de administración en el VMT para el próximo quinquenio, Álvarez dijo que espera que el vicetitular no siga con la misma actitud. “Entendería que lo han dejado por el mismo hecho que conoce la realidad de cómo tiene su desorden; si sigue con la misma actitud de prepotencia… definitivamente el proyecto (Sitramss) se va atrasar más de lo que está”, opinó.
Acercamientos con nuevo Gobierno
Aunque mantienen reuniones con el VMT, Álvarez dijo que buscan acercamientos con la cúpula presidencial electa.
Él aseguró que les han hecho llegar algunas propuestas para que las rutas de esa zona “salgan lo menos afectadas posibles” a causa del Sitramss.
El transportista dijo que al crear el año pasado la sociedad Rutas Unidas Salvadoreñas, que aglutina a más de 600 unidades que circulan en Soyapango, Ilopango y San Martín, ha cambiado la imagen del sector, ya que les están demostrando a las nuevas autoridades que son capaces de organizarse.
“Nos hemos acercado no bajo un escenario gremial, sino comercial empresarial, es decir que estamos organizados pero con fines empresariales”, explicó.
Entre las propuestas presentadas por Acopatt, pero que también van a nombre de Rutas Unidas Salvadoreñas, están crear una nueva empresa Sipago o “renovar” a la actual y que las rutas de Soyapango sean las dueñas del proyecto Sitramss.
Las gremiales Asociación de Transporte Público (ATP), Asociación de Empresarios de Autobuses Salvadoreños (Aeas) y Acopatt han denunciado en reiteradas ocasiones su rechazo a ser parte de esta empresa.
Sus representantes coinciden en que Sipago no representa a las 51 rutas que convergen en la zona del Sitramss y que saldrán afectadas.
“Hay un pequeño grupo que se apoderó de Sipago y por eso es que todo mundo desconfió, por el tipo de personas que están administrando. Entonces el planteamiento que se está haciendo es generar una nueva Sipago o, en todo caso, renovar la que ya está”, mencionó.
Esa misma desconfianza empujó al dirigente de Aeas Genaro Ramírez, a demandar a la empresa ante la Fiscalía General de la República (FGR) por el delito de estafa agravada, ya que según él no hay registros financieros de Sipago de 2011 y 2012 en el Centro Nacional de Registros (CNR). Ramírez compró 10 acciones de Sipago por $50.
Tanto Acopatt como las rutas que forman la sociedad Rutas Unidas Salvadoreñas exigen al nuevo Gobierno que escuche los problemas que enfrenta cada ruta y que los proyectos se apeguen a su realidad.
“Hay que buscar el mecanismo para poner al día la cuenta del subsidio, ellos están bien conscientes de eso (nuevo Gobierno)”, expresó Álvarez sobre otro de los temas que hicieron llegar al Gobierno entrante.
Los transportistas esperan que sus peticiones hagan eco en las nuevas autoridades, mientras tanto las reuniones continuarán en espera de que Gobierno y buseros se pongan de acuerdo.