SANTA ANA. La Policía reinició ayer el trabajo de eliminación de grafitos en comunidades donde grupos de pandillas han manchado las paredes de viviendas o lugares baldíos con sus iniciales, e incluso, con mensajes que intimidan a sus pobladores.
Un grupo de 19 policías del área de prevención recorrieron las colonias: Britania, San Mauricio y Jardines, al sur poniente de la ciudad.
La jefa de esta dependencia policial, subinspectora Nora Osorio, explicó que el plan también incluye registros de personas sospechosas para determinar si portan algún objeto ilícito o tienen alguna orden de captura.
Los residentes de la colonia Jardines se mostraron esquivos con la presencia policial.
La mayoría optó por ingresar a sus viviendas al momento que los agentes pintaban de azul los grafitos.
Las calles y la cancha de fútbol lucieron desoladas mientras duró la actividad.
De acuerdo con algunos policías, no era para menos. Uno de los mensajes consignaba, entre otras cosas, que las personas tenían que callar para conservar la vida.
“Quizás es la primera vez que viene la Policía (a despintar los grafitos). Nosotros estamos recién venidos aquí; sentimos que estamos tranquilos”, comentó una residente que se asomó a la ventana mientras los policías despintaban una de las paredes en el sector.
La mujer reconoció que cuando llegan personas de otros lugares y observan las paredes pintadas, les produce temor.
La subinspectora expresó que uno de los objetivos de la actividad es que la población se sienta segura con la eliminación de las manchas en los tapiales.
Agregó, que esta se retoma luego de seis meses cuando también hicieron lo mismo en otras comunidades de la ciudad, como en las tres etapas de la colonia Río Zarco y San Lorenzo, en Santa Ana.
También, en otros lugares de Chalchuapa y próximamente, lo harán en Coatepeque.
La oficial expresó que en esta ocasión fue la misma Policía la que proporcionó la pintura; pero en anteriores oportunidades han recibido la ayuda de Estados Unidos.
“Ciertos delitos se cometen en estas comunidades (porque) hay bastante presencia de pandillas; pero la Policía Comunitaria está trabajando de lleno para dar mejor seguridad a la población que no está metida en cuestiones delictivas”, dijo la oficial.
El departamento experimentó, en los primeros cuatro meses y medio, un leve aumento de homicidios respecto al año pasado, de acuerdo a la Fiscalía.
Hasta el 15 de mayo de 2013 ocurrieron 66 crímenes. En el mismo período de 2014 fueron 74. Hasta abril, se contabilizaron 379 personas lesionadas.