Casas inundadas por deslave al colapsar reservorios en el volcán

Fueron 21 viviendas que se llenaron de lodo que bajó de la cima tras la tormenta del jueves

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Casas inundadas por deslave al colapsar reservorios en el volcán

Por Lucinda Quintanilla comunidades@eldiariodehoy.com

2014-05-23 7:00:00

SAN MIGUEL. Al menos 21 viviendas fueron inundadas por lodo y piedras que bajaron del volcán Chaparrastique la noche del jueves, luego de que a raíz de una fuerte tormenta, las correntadas rebalsaran los reservorios construidos para contener los flujos de escombros.

Tal como las autoridades lo vaticinaban, la caída de más de 40 milímetros de lluvia generaría problemas serios en los contornos del coloso tras posibles deslaves. La noche del jueves la precipitación de lluvia fue de 76 milímetros, lo que provocó que los cinco reservorios colapsaran y provocaran torrentes de lodo y piedras.

Los flujos alcanzaron la calle principal del caserío El Carreto, en el cantón El Volcán y cubrieron de material pétreo no menos de cuatro kilómetros de la vía, lo que volvió lento el tráfico, pues los vehículos debían transitar con cuidado por la zona.

La cantidad de material que bajó superó los mil metros cúbicos indicaron trabajadores del Fondo de Conservación Vial (Fovial), que limpiaron la principal vía que conecta a la Carretera Panamericana con El Litoral.

Lo más alarmante fue que la corriente al verse obstaculizada por algunas de las obras de mitigación tomó otros caminos, lo que ocasionó que parte del material llegara a las viviendas por zonas donde no esperaban, según el gobernador migueleño, Sergio Benavides.

Aunque algunas de estas casas estaban habitadas, no hubo víctimas mortales, pero en prevención de ello las autoridades decidieron habilitar la alerta máxima y ordenar otra evacuación preventiva para el resto de familias que aún permanecen en las zonas de riesgo.

La acción de las autoridades se tomó, según explicaron, porque ayer no podían limpiar los reservorios colapsados, por la vulnerabilidad del terreno y según los pronósticos las lluvias continuarían, lo que dejaba en franco riesgo a las familias que se resistan a salir, puesto que ya no hay obras de mitigación disponibles para retener el material que baje de la cúspide.

“Los reservorios tenían una capacidad para recibir no menos de 10 mil metros cúbicos de material, pero la cantidad que bajó fue superior por lo que las correntadas llegaron a la calle y a las casas”, explicó Benavides.

Es decir que si cae una tormenta de igual magnitud que la registrada la noche del jueves, los resultados podrían ser catastróficos, pues según los estudios elaborados por los expertos en deslizamientos, los flujos bajarán con toda su velocidad y sin nada que les detenga la potencia haciéndolo con más velocidad y con mayor alcance.

Autoridades indicaron que para la noche de ayer esperaban tormentas de entre 70 y 80 milímetros, por lo que urgían sacar a las 40 familias que aún permanecían en las zonas más cercanas al volcán, para evitar que fueran soterradas.

Las familias que movilizarían de las comunidades iban a ser llevadas al Instituto Nacional de la Juventud (Injuve), y las mantendrían en el lugar hasta que la situación climática mejore en el volcán.

Explicaron además que el Consejo Nacional de la Niñez y la Adolescencia (Conna) intervendría para evacuar al menos a los niños y adolescentes que viven en las zonas de riesgo y cuyos padres no quieran salirse de sus viviendas.

Jaime Hernández, del caserío El Carreto, indicó que “eran como las 11:00 de la noche cuando bajó la gran creciente y parte de esa llegó a mi casa, pero nos preocupa lo que pueda pasar porque ya vi las bordas y están llenas”.

Sin embargo, Juana Cabrera, que vive en las faldas del volcán, aún se niega a salir por temor a que le quiten lo poco que tiene en su casa. Ante ello autoridades de Protección Civil se apoyarían del Conna para que por lo menos los niños y adolescentes puedan ser resguardados en un lugar seguro.