LA UNIÓN. La zona protegida del volcán de Conchagua, terrenos aledaños, así como las pequeñas fincas de café de la zona han sufrido las consecuencias de los constantes incendios que han ocurrido en el sector.
El fuego es provocado por personas que cultivan la tierra y que según ellos, la manera de prepararla antes de la siembra es haciendo quemas que luego se salen de control.
También por cazadores que en su afán por sacar animales de sus cuevas incendian maleza seca.
La cooperativa San Francisco, en la comunidad de Gualpilquer, tienen varios años de estar siendo afectados por las quemas.
Aseguran que desde 2000 tienen grandes pérdidas porque el fuego ha abarcado sus cultivos de café.
Federico Hernández, presidente de la cooperativa, dice que antes cultivaban de 36 a 40 manzanas de café, pero eso se ha reducido porque cada año con las quemas les van afectando más sus terrenos y cafetales.
“Nos hemos quedado trabajando sólo 18 manzanas, estamos produciendo de 150 a 200 quintales de café, mientras que el oro lo llevamos para Ciudad Barrios en San Miguel”, dijo Hernández en alusión que ese grano prefieren cosecharlo en una zona más segura.
Hernández dice que hay dueños de haciendas que con su personal de seguridad apoyan para evitar que la gente provoque incendios. “Los dueños de unas haciendas de los alrededores tienen vigilancia y cuando hay incendios rápido se apaga o tratan de controlar a las personas que lo provocan por eso se ha calmado un poco, pero aquí la gente no se detiene en seguir haciendo más daño”, dijo.