La residencia que ha sido vinculada al presidente saliente Mauricio Funes que, según el periódico digital El Faro, fue adquirida por Mecafe S.A. de C.V. por 179 mil 122 dólares, el 26 de junio de 2013, no aparece en el sistema informático del Centro Nacional de Registros (CNR), indagó El Diario de Hoy.
La única información de la referida propiedad data de 2004, según la información informática.
Al respecto se le preguntó al director ejecutivo del CNR, Enrique Argumedo, pero el funcionario se limitó a decir “que es una tarea de los registradores” y que él no puede conocer “todos los casos que llegan a la institución”.
“Esas cuestiones son de los registradores. Tengo que averiguar. No puedo conocer mil casos diarios”, insistió.
Incluso, se mostró sorprendido porque la publicación de El Faro involucra indirectamente a la institución. “No tengo nada que decir. Luego sentaré una posición y dejaremos claro qué sucedió”, puntualizó Argumedo.
Este periódico constató que la construcción de la residencia sigue causando incomodidad para varios vecinos, quienes calculan su valor entre $4 y $5 millones.
Según algunos residentes, la casa ha sido construida a todo vapor, incluso trabajando los domingos, pese a que está prohibido por las reglas del vecindario.
Ayer un camión se encontraba estacionado en la única y reducida calle que da acceso a la propiedad.
El vehículo pesado permaneció por varias horas durante la mañana, de donde bajaban decenas de maquetas de grama. Otro carro similar y un pick up transportaban materiales de construcción.
Los vecinos denunciaron que camiones cargados de materiales han obstaculizado las entradas de las otras residencias aledañas. También la circulación de camionetas de escoltas gubernamentales a alta velocidad incomodaban a los peatones, se quejaron.
El Diario de Hoy fotografió el inmueble donde se observan tres cocheras para siete carros, aproximadamente, y más de 500 metros cuadrados de calle.
Mientras se tomaban las fotos, un helicóptero sobrevoló la zona, pero de inmediato se retiró.
Obreros ultiman detalles en la fachada y algunas paredes de la residencia. Mientras que otro sujeto, quien no tiene apariencia de obrero, permanece en la caseta de la residencia.