Las autoridades de Salud esperan poder evitar una epidemia de dengue con acciones como la Primera Jornada Nacional de Prevención y Control del dengue que impulsan desde el viernes.
La ministra de Salud, María Isabel Rodríguez, manifestó que declarar una alerta nacional representan costos muy elevados para la institución por lo que confían que con medidas en la que participe la población frenen la circulación del virus.
“No estamos satisfechos con lo que hemos logrado. Estamos esperando el impacto, estamos invitando al país a envolverse en una campaña con los procedimientos que se han instalado”, comentó la funcionaria.
En lo que va del año, el Minsal reporta 2,044 casos confirmados de la infección, eso representa un incremento de un cien por ciento con respecto al año pasado en el mismo periodo. La cifra de este año es superior a la reportada en 2012 y 2011 en la misma fecha.
Cuscatlán, Sonsonate, San Vicente, Santa Ana, San Salvador y Usulután son los departamentos que tienen una tasa de dengue por encima del promedio nacional que es de 32.3 por cada cien mil habitantes.
José Ruales, representante de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), manifestó que las medidas focalizadas son más efectivas.
En este esfuerzo, el Ministerio de Educación también giró instrucciones al personal para que cada lunes identifiquen criaderos de zancudos, que se apliquen los filtros escolares y detectar alumnos con síntomas de dengue, reportar los casos a las unidades de salud, evitar estancamiento de agua y eliminar los criaderos del mosquito transmisor del dengue, entre otros.
Ruales expresó que la región de las Américas es la que notifica mayores cifras de dengue, y que hasta los años 70 las epidemias se registraban en nueve países.
Las declaraciones se dieron en el marco del Día Mundial de la Salud, este año el lema es “pequeñas picaduras, grandes amenazas”.
Ruales comentó que en la región, alrededor de 106 millones de personas están en riesgo de contraer la malaria, 200 millones por el dengue.
Entre las enfermedades transmitidas por los vectores que mayor impacto tienen se encuentra la enfermedad de Chagas, el virus del Nilo occidental, dengue, malaria y esquistosomiasis.
“Estas enfermedades representan una alta carga de mortalidad para las personas, familias y comunidades y ocurren en los países más pobres”, expresó Ruales.