El alcalde de San Salvador y excandidato presidencial en las pasadas elecciones, Norman Quijano, dijo ayer que aún no tiene decidido participar en el próximo congreso que su partido ARENA realizará de cara a los comicios para diputados y alcaldes de 2015.
“Mi presencia en el congreso va a depender de mis actividades con la alcaldía de San Salvador, si tengo actividades importantes que desarrollar con la alcaldía yo podría priorizar mi labor… va a depender fundamentalmente de eso, de mis actividades”, manifestó el edil capitalino.
El partido ARENA desarrolla actualmente una fase de consultas a nivel nacional con las estructuras partidarias para obtener insumos y propuestas para incluirlas en el congreso programado para el próximo 12 de abril, donde hará una revisión de lo bueno y lo malo que se hizo en las pasadas elecciones, con miras a ir más fortalecidos a los comicios de 2015.
Norman Quijano, quien fue candidato presidencial junto a su compañero de fórmula, René Portillo Cuadra, retornó a la comuna capitalina el pasado 1 de abril, tras haber pedido permiso un tiempo para dedicarse a la campaña proselitista anterior.
Ahora que ha retornado, asegura que está bien compenetrado en su labor con las comunidades de San Salvador y por eso no ha definido su asistencia al cónclave tricolor.
“Estoy hiperactivo, me hacía falta el contacto de este tipo de proyectos con las comunidades, con los líderes de los distintos sectores de la ciudad de San Salvador y ahora los he vuelto a retomar con entusiasmo”, manifestó Quijano.
El político, no obstante, aclaró que el hecho que esté dando prioridad al trabajo al frente de la alcaldía de San Salvador, no significa que le esté restando importancia al congreso arenero.
“Yo no digo que el congreso no será importante, indudablemente que va a ser importante, pero repito, estoy trabajando con mucha intensidad, más que con mucha intensidad, con una unidad de propósitos, con unas metas claras muy bien definidas”, argumentó el alcalde.
Quijano dio estas declaraciones tras participar de la inauguración de la segunda fase del proyecto de mejoramiento de asentamientos urbanos precarios, que financia el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).