En los tres primeros meses de este año se registraron 794 homicidios, una diferencia de 243 crímenes más con respecto al mismo período del año pasado, en el que se contaron 551 asesinatos, según el Instituto de Medicina Legal.
En este primer trimestre, seis niños fueron víctimas de la violencia criminal. Entre estas pequeñas víctimas se encuentra el menor de tres años que murió a manos de su padrastro en Panchimalco, al sur de San Salvador.
Los indicadores de la referida institución reflejan que el comportamiento de la violencia criminal viene en orden ascendente desde julio pasado, pero que en éstos tres últimos meses, la criminalidad se ha agudizado hasta alcanzar promedio de 10 homicidios por día.
El director de Medicina Legal, José Miguel Fortín Magaña, sostuvo que “en diciembre, el último mes del año pasado, terminó con 7.3 homicidios por día; en enero aumentó a 7.6 asesinatos por día; en febrero a 9 y ahora, en marzo, hemos terminado con 9.9, es decir un poco menos de 10 homicidios por día”. Lo anterior, según Fortín Magaña, refleja que el aumento de la violencia en los últimos meses no necesariamente estuvo vinculado al recién proceso electoral presidencial.
“No era como lógico estar diciendo que por las elecciones habían aumentado los homicidios, porque no era cierto, y lo vuelven a demostrar los datos, (porque) después de las elecciones ha continuado el triste incremento de homicidios o repunte que estamos teniendo desde julio del año pasado”.
El informe del IML registra 308 crímenes en marzo pasado, pero en comparación con el mismo mes del año pasado resulta que hubo 134 asesinatos más con respecto a marzo del 2013.
De las 308 víctimas que causó la criminalidad el mes pasado, 201 eran menores que andaban entre los 15 y los 17 años de edad; así como adultos desde los 18 hasta personas que aún no habían cumplido los 35 años, lo que representa el 65 por ciento de la totalidad de los asesinatos de marzo, según el documento.
Lo anterior refleja que la población relativamente joven sigue siendo la más vulnerable a la criminalidad, en especial la generada por las pandillas, aclararon fuentes de la Policía.
Este fenómeno, de que la mayoría de las víctimas de la criminalidad son menores y jóvenes, es coincidente con que la mayor parte de los pandilleros que “viven la vida loca” de las maras ronda por esas edades, de acuerdo a investigadores de la Policía consultados.
Agregaron que hay un buen porcentaje de víctimas que, aunque no tienen nada que ver con las pandillas, las asesinaron porque rechazaron la idea de incorporarse a esos grupos o porque residían en zonas de asedio de una mara, pero tenían que pasar o ir a estudiar a sitios donde predomina la pandilla rival.
De las 308 víctimas de la criminalidad el mes pasado, 275 eran hombres y 28 mujeres.
Hay cinco víctimas que por su avanzado estado de putrefacción no se ha podido establecer el sexo de las mismas.
Medicina Legal reportó, además, otros 24 crímenes en los dos primeros días de abril, lo que suma a 818 víctimas de la violencia en el período del 1 de enero hasta las 8:00 de la mañana del 3 de abril de este año.
Con relación a las zonas que representan mayor peligro para los salvadoreños, el informe del IML detalla que en el departamento de San Salvador se concentró el 36 por ciento de los asesinatos cometidos en el primer trimestre, seguido de La Libertad, Cuscatlán y La Paz.
Los municipios considerados como los más violentos son encabezados por San Salvador, Mejicanos, Ilobasco, Santa Ana, Zacatecoluca, Soyapango, San Miguel, San Pedro Perulapán, Guazapa, Ilopango y Panchimalco.
Las autoridades policiales han sostenido que el 85 por ciento de los asesinatos ocurridos en El Salvador está ligado al accionar de las pandillas, ya sea como víctimas o como victimarios.
Investigadores de la Policía coincidieron en que la lectura del incremento de los homicidios tiene que ver con la presión que están ejerciendo las pandillas para poder retomar los beneficios que habrían perdido con la llegada de las actuales autoridades de Seguridad Pública.