Asesinan a padre e hijo en Cuscatlán

El río Misapa divide territorios según dominio de dos maras

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Varios lugareños y vecinos ayudaron a las autoridades a recuperar los cadáveres de padre e hijo del río Misapa, en el cantón Soledad, Monte San Juan, Cuscatlán. Foto EDH / Mauricio Cáceres

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2014-04-14 11:00:00

La violencia se encargó de desmembrar a una familia de 13, con el asesinato de padre e hijo en el cantón Soledad del municipio Monte San Juan, en Cuscatlán.

Candelario C. S., de 43 años, y su hijo Abel Ernesto, de 17, residentes del referido cantón, salieron ayer de su casa, por la madrugada, para ir a ordeñar unas vacas en una pequeña hacienda, situada en el municipio Rosario, cuando sujetos armados los interceptaron y los asesinados con escopeta calibre 12 y pistola 9 milímetros.

Los hechores no los dejaron avanzar más allá del río La Flor o Misapa, el cual divide Monte San Juan y Rosario.

Tanta era la saña de los homicidas que también utilizaron machetes para rematarlos. Sus cuerpos quedaron a un lado de la ribera del mencionado río.

Desde el lugar donde fue cometido el asesinato, las víctimas debían subir una ladera situada a unos 15 minutos de distancia.

Esa era la ruta que Candelario y Abel tenían que recorrer de lunes a domingo, para ganar el sustento de una familia con 11 hijos.

Candelario había sido contratado desde hacía varios años para trabajar como corralero en ese pequeño establo.

El menor de sus retoños tiene dos años, los demás tienen entre cinco y 17 años, dijo una familiar.

Como un mensaje contra la crueldad y la intolerancia de las pandillas, el niño de cinco años, en su inocencia, lavó en el río, frente a autoridades y curiosos, las ensangrentadas botas blancas de hule de su progenitor asesinado, mientras los demás miembros del grupo familiar se desgarraban frente a los cadáveres de su padre y su hermano.

Fue una escena donde sentir indiferencia era difícil, los sentimientos brotaban a flor de piel. “Papito, papito…”, gritaban los niños en aquella barranca. No era para menos, habían matado a los únicos que trabajaban para que no les faltara la comida en su boca a diario.

Sus cuerpos fueron atados a unos palos para poder sacarlos de la barranca hacia la calle y poder llevarlos a la morgue de San Vicente .

Varios voluntarios colaboraron en sacar los cuerpos, en medio de gestos de impotencia y dolor.

Aquel río, donde en fechas como Semana Santa era el destino más cercano de decenas de habitantes para refrescarse, pasar momentos agradables y disfrutar de la naturaleza, ayer estaba teñido de dolor y sangre.

“Siempre venimos a bañarnos en estos días, hay tres pozas grandes con agua cristalina, donde venimos a bañarnos, pero después de esto, ya no vendremos, porque nos pueden matar”, expresó un residente conmocionado por lo acontecido.

Amenazados

El subcomisionado de la Policía José Rigoberto Vigil, jefe de la Delegación de Cuscatlán, manifestó que Candelario y su hijo habían sido amenazados en dos ocasiones por pandilleros de la 18; “a los cuales ya identificamos con tres alias y andamos detrás de ellos”, dijo.

Sucede que en la localidad donde residían las víctimas domina la MS y adonde trabajaban domina la 18; esta última sería la responsables de este ataque, indicó Vigil.

“La amenaza era que los hijos de este señor (Candelario) no llegaran al lugar donde trabajaba”, afirmó el oficial.

“Al señor, los pandilleros de la 18 le dijeron que solo él podía movilizarse por el sector, pero no con sus hijos”, subrayó el subcomisionado.

“No se puede adelantar criterio, pero sí amenazaron a los hijos a través del papá, sin incluirlo a él, pues le advirtieron que él podía pasar libremente por el sector, eso nos trae una sospecha de vínculos de pandillas, pero esta versión todavía no está confirmada”, aseveró Vigil.

Agregó que, en la zona, las diferentes unidades de la Policía han sumado esfuerzos para dar con los sospechosos.

Vecinos que presenciaban la escena también afirmaron que los propietarios de la hacienda donde trabajaba Candelario habían sido extorsionados y que por eso emigraron a otro lugar más seguro, dejándolo a él al mando.

Los lugareños no descartan que el doble asesinato haya sido porque los dueños del corral huyeron en lugar de pagar la “renta” a los pandilleros.

La zona del doble homicidio está rodeada por las dos grandes pandillas, con frecuencia han recibido denuncias de sospechosos que se movilizan por este lugar, pero con los patrullajes de la Policía Rural y de la Unidad Táctica Operativa (UTO) se había minimizado el peligro, dijo el oficial.

“Hemos tenido capturas de sujetos con armas de fuego, armas blancas y algunos homicidios se han dado en zonas aledañas, pero hasta ahora en este sector”, subrayó.

Otros homicidios

En la colonia Cucumacayán, en Soyapango, fue encontrado un cadáver embolsado.

También en Campos Verdes, en Lourdes, Colón, La Libertad, se registró otro asesinato ayer por la mañana. Al parecer, la víctima había sido raptada.

Dos personas más fueron asesinadas entre la noche del domingo y la tarde de ayer en Usulután, informó la Fiscalía.

Una de las víctimas fue torturada y estaba amordazada en la zona del baipás; la otra fue asesinada en el cantón La Danta y fue identificada como Jeremías Hernández, a quien dejaron casi decapitado.

También hubo otro homicidio en Sonsonate.

Muere quinta víctima de masacre en Texacuangos

La unidad que investiga los homicidios en la Fiscalía General confirmó la muerte de Denis Enrique Díaz, de 29 años, quien se convirtió en la quinta víctima de la masacre registrada la madrugada del domingo pasado en la lotificación Guevara López de Santiago Texacuangos, a la altura del kilómetro 21 de la autopista hacia el aeropuerto El Salvador en Comalapa.

Díaz murió en el hospital Rosales a raíz de las graves lesiones de bala que recibió durante el ataque al grupo de jóvenes que departían con bebidas alcohólicas frente a un taller de mecánica automotriz.

Hasta el momento, las autoridades fiscales y policiales no confirman la detención de sospechosos por este caso.

PNC: 28 asesinatos durante fin de semana

Los registros de la Policía detallan que 28 personas fueron víctimas de la violencia criminal entre el viernes 11 y el domingo 13 de abril.

El informe detalla que el viernes hubo ocho crímenes, al día siguiente otros ocho y durante el domingo asesinaron a 12 personas.

En total, 110 salvadoreños han muerto a raíz de la violencia en 13 días de abril, 53 más que en el mismo periodo del año pasado, según la Policía.

En cuanto al comportamiento de la violencia en lo que va del año, los registros de la Policía detallan que 911 personas han sido asesinadas desde el 1 de enero hasta el 13 de abril, una diferencia de 305 homicidios más con respecto al mismo periodo del año anterior, cuando fueron cometidos 606 homicidios.