Salud reforzará la detección de leishmaniasis en oriente

Entre enero y marzo de este año el Minsal reporta ocho casos confirmados de la infección, cinco de ellos en La Unión, casi todos en un centro escolar; el resto se identificó en Concepción Batres, municipio de Usulután

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Quebrada en el caserío El Manantial, del cantón Las Maderas en La Unión, en donde se registran casos de leishmaniasis; al mosquito transmisor de esa enfermedad no le gusta el agua limpia. Foto EDH /archivo

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2014-04-10 8:00:00

En dos semanas, el Ministerio de Salud (Minsal) iniciará la búsqueda de casos sospechosos de leishmaniasis, una enfermedad transmitida por un mosquito llamado jején infectado con el parásito protozoario del género leishmaniasis.

El personal del Minsal se desplazará a los centros escolares y comunidades ubicadas en Usulután, en la zona en la que este año han confirmado personas con la infección.

Alexandra Portillo de Juárez, encargada de las Enfermedades Infecciosas Desatendidas, dijo que “se va a salir a la búsqueda, casa por casa, (se) hará la prueba y si se les encuentra lesión (en la piel se les tomará) una muestra”.

En lo que va del año, el Minsal reporta ocho casos confirmados de la enfermedad, todos originarios de la zona oriental, cinco en La Unión y cuatro de Usulután.

De Juárez comentó que una prueba tomada a un paciente de San Miguel dio negativo y que aún estudian si la causa de defunción de un niño de un año y cuatro meses fue la leishmaniasis.

El bebé originario de Nueva Granada, Usulután, fue ingresado en el hospital Bloom con todos los síntomas de la enfermedad de tipo visceral, que fue confirmada mediante un examen de aspirado de médula ósea, según el hospital Bloom.

Pero la encargada de las Enfermedades Infecciosas Desatendidas del Minsal manifestó que se hizo una auditoría del caso y que en la vivienda solo se encontraron chinches, por lo que está en duda si se trató de chagas o leishmaniasis.

Agregó que el laboratorio central del Minsal en el aspirado se identificó un parásito, pero se confunde con el de chagas.

Los tres casos de leishmaniasis cutánea registradas en Usulután se encontraron en el Cantón Montefresco del municipio de Concepción Batres, mientras que en La Unión tres se identificaron en un centro escolar de ese municipio y el otro en una escuela de El Carmen.

Las edades de los afectados oscilan entre los siete y 45 años, según el informe del Minsal.

“(Los casos) están en la misma comunidad y muchas veces también en el mismo centro escolar, entonces… cuando buscamos un caso, las familias también tienen la enfermedad, sobre todo los niños”, comentó De Juárez.

La encargada del Programa de Enfermedades Desatendidas agregó que también están capacitando al personal para que pueda identificar las lesiones que produce esta infección.

“Son lesiones bien pequeñas que pasan desapercibidas, por eso estamos capacitando a los médicos”, dijo la doctora.

Para De Juárez puede considerarse como un brote, sobre todo en La Unión.

El año pasado, el Minsal registró 16 casos confirmados de leishmaniasis cutánea y uno visceral, este último fue una niña de un año originaria de La Unión.

Todos los pacientes confirmados con la afección residían en La Unión, en los municipios de Yayantique, Conchagua, Meanguera del Golfo, La Unión y San Alejo.

La representante del Minsal explicó que hace varios años tenían presencia de la enfermedad en San Vicente, Usulután y La Unión.

Por el momento no hay casos detectados de otra zona del país, pero eso no significa que no haya, lo que puede ocurrir es un silencio epidemiológico, que no los reportan o no los identifican, dijo De Juárez.

El parásito es transmitido por un mosquito llamado jején o mosca de arena porque se ve en la orilla de los ríos. También se conoce como lepra tropical o montañosa.

De acuerdo con el Minsal al jején no le gusta el agua limpia, vive en las alcantarillas, en los espacios oscuros de las casas, en los corrales de gallina o entre los muros de piedra.

La leishmaniasis cutánea, que son pequeñas úlceras en la piel, si no se trata, puede volverse crónica; la mucocutánea puede producir una destrucción del tabique nasal, y la visceral puede llevar daño al hígado y el bazo o a la muerte.

A inicios de febrero, el infectólogo Jorge Panameño, quien ejerce en el sector privado, manifestó que en la época de los 90 se describieron casos sobre todo en San Vicente, en personas desplazadas de la guerra que vivieron bastante tiempos en campamentos en Honduras y Nicaragua, zonas endémicas de leishmaniasis.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) cada año se producen 1.3 millones de nuevos casos.