El fuego de Pascua, símbolo de renovación

La Vigilia Pascual de hoy reúne a millares de feligreses en todo el mundo, quienes recuerdan el sacrificio de Jesús pero se enfocan en el momento que denominan más importante: la resurrección que da paso al tiempo de Pascua en la Iglesia Católica

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Los feligreses acuden con fe a celebrar la Vigilia Pascual y recuerdan la resurrección de Jesús al tercer día de su muerte. foto edh /Archivo

Por Nidia Hernández comunidades@eldiariodehoy.com

2014-04-18 8:00:00

Para los que profesan la religión católica hoy es un día de fiesta, ya que celebran la resurrección de Jesús en todo el mundo y lo inician con un símbolo de purificación: el fuego.

En algunos templos el rito empieza con la preparación de la leña, la gasolina y las candelas. Otros son más creativos y fabrican una torre de leña, colocan un alambre y hacen bajar una bola de fuego para encender el cirio, del cual se toma el fuego para repartirlo a los demás.

El sacerdote bendice el fuego y dice: “Oh Dios, que por medio de tu Hijo has dado a tus fieles el fuego de tu luz, santifica (y hace la señal de la cruz sobre el fuego) este fuego…”

Luego hacen una procesión hasta la iglesia más cercana con las velas encendidas y con cánticos de júbilo.

Al llegar al templo, las luces están apagadas, entra primero el sacerdote con el cirio, seguido por los feligreses. Es allí donde comienza la misa de Pascua y la Vigilia.

La celebración de la misa de este día inició con la Liturgia de la Palabra, en la que fieles seglares proclaman siete relatos del Antiguo Testamento, alusivos al plan de salvación de Dios. Estos se intercalan con salmos del Antiguo Testamento, que suelen ser interpretados por un cantor.

Posterior a ello, el sacerdote celebrante inicia la entonación del Gloria. En ese momento, se hacen repicar las campanillas de mano y las campanas de la iglesia para anunciar que Cristo resucitó.

En ese momento en la iglesia, que había estado en penumbras, alumbrada solo con velas, se enciende los focos y lámparas; y los acólitos prenden las velas del altar con el Cirio Pascual.

Símbolos del Sábado Santo

El Cirio Pascual es la vela que se consagra y enciende en la Vigilia Pascual en la liturgia católica de la noche del Sábado Santo; y es signo de Cristo resucitado, y su luz.

El cirio es renovado en esta ceremonia, sustituyéndose el del año anterior. Su tamaño puede variar, aunque ha de ser mayor que el de resto de velas del templo. Suele tener pintada una cruz en uno de sus lados y el año en curso.

Así lo relató Alfonso Guzmán, quien es el párroco de la iglesia El Calvario, ubicada en el Centro de Histórico de San Salvador.

El religioso añadió que los fieles celebran “el paso de la muerte a la resurrección de Jesucristo y, por medio de Él, para todos los que creen en su Evangelio”.

Guzmán considera que festejar la resurrección de Jesús es la meta de todo el proceso católico, que inició el Miércoles de Ceniza y continúa con el tiempo de Pascua.

Lo característico de la misa es que los feligreses cantan el “Pregón Pascual” (Exultet), el cual es un signo de alegría que declara que Jesús no se quedó en la cruz del Calvario, si no que resucitó.

Incluso hay personas que llevan la vela que usaron en su bautismo para renovar sus creencias católicas y renovarse con el fuego que ya ha sido bendecido.

Corina Laínez es una feligrés que considera la celebración como un “un paso”, así como Jesús paso de la muerte a la vida, “nosotros podemos cambiar y ser unas mejores personas”.

Luego de todas las celebraciones de Semana Santa, la Iglesia empieza el tiempo pascual, el cual comprende cincuenta días para que lleguen a Pentecostés.

Guzmán señaló que esos 50 días son de preparación Pentecostés, que es la venida del Espíritu Santo. “Los católicos estamos en preparación constante” para todas las fiestas de la Iglesia, dijo.