“Gracias a Dios ya tenemos la refrigeradora”

La familia Zeyala ya podrá guardar la insulina, pero aún tienen muchas necesidades

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La falta de dinero le impide a la familia Zelaya poder comprarle pañales y comida nutritiva para su pequeño que padece de diabetes tipo 1. Foto edh/ Archivo

Por Marielos Ramírez nacional@eldiariodehoy.com

2014-04-05 7:00:00

“Sin perder la esperanza en Dios”, así dice María Patricia que vive el día a día junto a su pequeño que padece de diabetes tipo 1 desde los siete meses de nacido.

Una esperanza que se fortaleció cuando las muestras de solidaridad empezaron a tocar la puerta de su casa, ubicada en El Carmen, municipio del departamento de Cuscatlán.

La humilde familia Zelaya necesitaba de la solidaridad para que les regalaran una refrigeradora en la cual guardar la insulina que le aplican a su hijo. Antes de eso tenían que comprar $1 diario de hielo para mantenerla con la temperatura adecuada.

“La refri la ya la tenemos, gracias a Dios, ayer (viernes) en la mañana nos la dieron. No dijeron de dónde (venía), solo dijeron que Dios la mandaba”, dijo vía telefónica la madre del pequeño.

María Patricia desconoce quién les envió el electrodoméstico, pero dijo estar segura que es una gran bendición de Dios.

Aunque es un alivio tener lo que tanto anhelaron y dejarán de preocuparse un poco por conseguir el dinero que al final de cada mes representaba cerca de $30, esta familia tienen otros gastos.

Uno de ellos es comprar diariamente pañales desechables que utiliza todas las noches su hijo de ocho años. “A veces ensucia el ‘pampers’ hasta cuatro veces al día”, comentó. Son al menos $2 diarios que gastan, dijo.

Con mucho entusiasmo, María aseguró que sacarán provecho de la refrigeradora que un buen samaritano les regaló.

“Vivimos a la orilla de la calle, queremos hacer charamuscas, chocobananos y así. Esperamos vender”, dice con la esperanza de que el dinero que recojan pueda aliviar un poco sus necesidades.

Con voz optimista, la madre del niño comentó que han recibido “un poquito de dinero” y alimentos como arroz, azúcar, leche y frijoles. Sin embargo, la dieta que debe seguir el pequeño debido a su enfermedad es rigurosa.

“Hemos recibido (dinero), aunque sea un poquito, y alimentos. A veces no tenemos nada que comer. Ayer (viernes) solo teníamos un vasito de sopa y con eso le dimos de comer a los niños”, explicó.

El pequeño recibe el tratamiento de insulina para combatir una diabetes tipo 1, enfermedad autoinmune que provoca que el mismo organismo destruya las células beta del páncreas. Este órgano es el encargado de producir la insulina.

Los médicos del hospital nacional de niños Benjamín Bloom, donde se encuentra en control, les han explicado que el niño podría ser dependiente de la insulina toda su vida. Pero tanto el padre del menor, Nelson Zelaya, y su madre, esperan que Dios sane a su hijo de esa enfermedad.

Si desea ayudar al pequeño y a su familia, puede contactarlos a los teléfonos 7267-4865 y 7571-6308.