Del ayuno cuaresmal al ayuno pascual

En la Cuaresma los católicos son instados a abstenerse de alimentos y otros gustos como penitencia y mortificación. El Sábado Santo el sentido del ayuno es distinto

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Del ayuno cuaresmal al ayuno pascual

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2014-04-18 8:00:00

Durante la Cuaresma los católicos practicantes procuran ayunar o, al menos, abstenerse de comer carne ciertos días. Pero ¿qué se busca con el ayuno y la abstinencia? ¿El ayuno es exclusivo de dicho tiempo litúrgico y del catolicismo? ¿Desde cuándo se practica? Y, ¿para qué sirve? El Diario de Hoy envió esas interrogantes al padre Fernando Orellana, un estudiante de la Universidad Lateranense de Roma.

Orellana explicó, vía correo electrónico, que “el ayuno es una disciplina espiritual que consiste en renunciar a una comida en un día o tiempo definido”. Esta disciplina puede consistir simplemente en ayunar el almuerzo. Pero hay quienes comen solamente pan y agua durante el ayuno y lo complementan con la lectura de la Biblia o de los escritos de los santos, como se hace en los monasterios habitualmente.

Por su parte, la abstinencia consiste en no comer carne. Orellana explica: “Son días de abstinencia y ayuno el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. Todos los viernes de Cuaresma son días de ayuno, en memoria del gran Viernes Santo”.

“Estos sacrificios”, añade, “tratan de mortificar nuestro ser (espíritu, alma y cuerpo)”. Se trata de un acto que satisface la necesidad de “hacer obras con las que reparemos el daño ocasionado con nuestros pecados y pasiones (Canon 1239)”.

Con lo anterior, prosigue Orellana, se busca el desapego carnal y material, “para el bien de la Iglesia como cuerpo místico de Cristo”. La palabra “mortificación” precisamente significa “dar muerte” a nuestras pasiones y deseos mundanos como purificación, agrega.

Domingo a domingo, los católicos practican el ayuno eucarístico, el cual consiste en ayunar por lo menos una hora antes de recibir la eucaristía, excepto medicinas y agua.

Durante la Cuaresma, los católicos están llamados a ayunar todos los viernes. Esto es, en cierta forma, una obligación para todos los mayores de 18 y hasta cumplir los 59 años. Los enfermos están excluidos (canon 1251).

Para el Viernes y el Sábado Santo, la Iglesia tiene el ayuno pascual. Este tiene su origen en una práctica que data de los primeros años del siglo III, cuando los catecúmenos, quienes se había preparado para ser bautizados ayunaban esos días, porque su bautismo se realizaba en la madrugada del Domingo. Así, había una analogía con la resurrección de Cristo (“Historia del cristianismo”, González J. L.).

De esta forma, con el ayuno el catecúmeno hacía presente que Cristo yacía en el sepulcro… Al tomar nuevamente los alimentos, tras haber sido bautizado y alimentarse con la eucaristía, hacía presente la resurrección de Cristo.