Un vigilante fue asesinado ayer poco después de la 1:00 de la tarde, tras intentar impedir que dos hondureños fueran despojados de una fuerte suma de dinero.
La víctima fue identificada como Luis Antonio Bonilla de 46 años, el hecho se registró entre la calle Rubén Darío y la 4a. Calle Poniente.
La Policía afirmó que los hondureños llegaron a un parqueo a realizar una transacción con un comerciante de la zona, cuando dos sujetos armados se les acercaron.
Los extranjeros al verse interceptados por los hampones corrieron y lanzaron un paquete de dinero debajo de un vehículo estacionado en el sector.
Los ladrones abrieron fuego contra las víctimas, pero a la vez tomaron el dinero que habían tirado debajo del automotor. Dos transeúntes que pasaban por el lugar fueron impactados por los disparos de los sujetos. Los heridos, Ana M., de 31 años, y José C., de 33, fueron llevados a un hospital muy delicados de salud.
Dos vigilantes que brindaban seguridad en la zona, al escuchar los disparos, sacaron sus armas e intentaron detener a los sujetos, pero estos se les adelantaron y mataron a uno de ellos.
Minutos antes, el vigilante asesinado alertó a unos policías que patrullaban en el sector, que debido a la incidencia delictiva en la zona y por temor a ser asesinados, trabajaban sin uniforme.
Poco después, en el costado sur del mercado Central de San Salvador, un vendedor de naranjas fue ultimado por dos sujetos. Según la Policía, los hechores se acercaron a la víctima y le dispararon siete veces.
La Policía manifestó que el comerciante informal, quien vendía sobre la 7a. Avenida Sur y pasaje Angulo, fue asesinado porque no respetó el “toque de queda” que las pandillas había impuesto en los contornos del centro de abastos.
Un comerciante de la zona llamó ayer a El Diario de Hoy para denunciar que desde el sábado por la noche, la pandilla que dominan en los alrededores del mercado Central, ordenaron a los vendedores que suspendieran la actividad comerciales a más tardar a las 7:00 de la noche.
La “orden” de las maras, según el comerciante fue replicada y advertida ayer por policías con gorros navarones, lo que lamentó el comerciante, pues la autoridad, no debería prestarse al juego de la delincuencia, sino incrementar más la seguridad.
El vendedor se quejó que la pandilla les pasa un sobre cada semana para que cada uno les deposite cinco dólares como “renta”.
Más de cinco vigilantes han sido asesinados en una semana en el sector dijo el comerciante y todos pertenecen a un mismo grupo de seguridad.
Agregó que ayer las pandillas les pasaron una nota en el que les exigían que cerraran sus negocios a más a tardar a las 3:00 de la tarde y que si no se atuvieran a las consecuencias.
Ayer por la noche El Diario de Hoy realizó un recorrido por las principales calles del Centro Histórico de San Salvador y se pudo apreciar que la mayoría de los vendedores había acatado la amenaza de las pandillas.
Sin embargo, varios grupos de policías, situados en sitios estratégicos vigilaban cualquier movimiento extraño. La actividad nocturna del centro estaba paralizada.
En otros hechos, un vendedor ambulante de unos 40 años fue ultimado a machetazos en calle Concepción, entre 10 y 12a. Avenida Norte frente a la Unidad de Salud.
El sujeto no fue identificado por no ser del lugar.
Poco antes se registró un tiroteo entre grupos de pandillas cerca de ese sector, sobre la avenida Independencia y 18a. Avenida Norte, el cual dejó dos heridos.