Violencia puede ser revertida dice estadounidense

Experto dice que se deben impulsar estrategias y programas con todos los sectores

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Larry Cohen asegura que es posible que El Salvador cambie la violencia por un clima de paz duradera. Foto EDH/ JAIME L??PEZ

Por Jaime López sucesos@eldiariodehoy.com

2014-04-09 6:40:00

El creador del Instituto de Prevención, con sede en Estados Unidos, Larry Cohen llegó al país para ofrecer palabras de esperanzas en momentos que el país, se desangra por el alza homicidios, en su mayoría ejecutados por las pandillas.

La charla que impartió se enmarca dentro del Programa Asocio para el Crecimiento impulsado en el país por la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID) de los Estados Unidos.

El especialista que ha tenido éxito en impulsar programas de reducción de la violencia en Estados Unidos, Colombia y Brasil, asegura que es posible que El Salvador revierta la turbulencia que actualmente experimenta, tan solo implementando estrategias y programas de prevención.

Para que este esfuerzo tengan éxito, Cohen propone que se deben involucrar a los diferentes sectores de la sociedad en áreas de salud, educación, empleo, líderes comunitarios y religiosos, entre otros.

El estadounidense aborda la violencia desde la perspectiva de salud pública, en el sentido que esta “es una enfermedad social y que como tal se puede contagiar, prevenir y tratar”.

Agregó que el fenómeno de la violencia no solo debe ser tarea de la Policía para combatirla, requiere del compromiso de otros actores de la sociedad para que desde su condición, contribuya a satisfacer necesidades como empleo, salud, educación, transporte público, sitios deportivos, recreo y esparcimientos para toda la familia.

Dijo que la violencia afecta la salud de las personas, provoca estrés, enfermedades crónicas cerobrovasculares, y dificulta el aprendizaje en los niños y jóvenes.

Cohen afirmó que las “ciudades más seguras son las ciudades adonde los ciudadanos trabajan juntos, gobierno, y fuerzas de seguridad”.

El profesional manifestó que “la violencia es sensata e insensata: nuestro trabajo es cambiarle el sentido a la realidad que vivimos”.

Como ejemplo citó programas de prevención que han reducido la violencia de forma sustentable entre un 27 y un 60 por ciento en Medellín, Colombia, Brasil, el sur de Los Ángeles, Washington y San Francisco, entre otros.