SANTA ANA. La construcción del redondel en el bulevar Los 44, sobre la entrada principal de la Urbanización El Trébol, sigue generando polémica debido a que la alcaldía no ha revelado la inversión que hará en ese proyecto, que es apoyado por la empresa privada.
También algunos vecinos que residen enfrente de la estructura temen que sus casas enfrenten inundaciones durante el invierno, porque están quedando abajo del nivel del redondel.
Uno de los más perjudicados es Carlos Morales, quien expresó que el nivel más alto, desde su casa, tiene metro y medio; mientras que la parte más baja, cincuenta centímetros.
Esa situación ha generado que no pueda estacionar en su cochera uno de sus vehículos. Las veces que lo ha intentado lo ha golpeado ante el desnivel que hay de la calle respecto a su vivienda.
“Soy el más afectado, primeramente por las aguas que van a venir y van a desembocar enfrente de mi casa. A parte la altura que le están dejando; estoy quedando en un hoyo”, lamentó Morales.
El afectado expresó que además, no podría ingresar al redondel directamente pese a vivir enfrente; sino que deberá rodear parte de la urbanización para incorporarse a este.
Cree que lo más factible era bajar el nivel de la calle para no afectar a la población, pero los trabajadores expresaron que las obras serán terminadas en una semana.
La propietaria de un negocio que funciona enfrente de la infraestructura, Sonia de Castaneda, dijo que las obras les han afectado, reflejando una pérdida del 50 %, porque los trabajos avanzan lentamente.
Estos comenzaron a finales de enero pasado, de acuerdo a los mismos habitantes.
La mujer denunció la tala que prevé hacer la alcaldía de varios árboles, entre ellos de mango y bálsamo.
“Queremos que no los boten porque nos generan seguridad, porque el anillo del redondel queda bien cerca de las casas”, dijo la afectada.
De Castaneda expresó que en el lugar se hace una poza de agua durante el invierno, por lo que cree que esta se incrementará por el desnivel que habrá en el sitio.
Morales y de Castaneda coincidieron en señalar que no conocen el diseño final de la obra y que tampoco los vecinos fueron consultados previo al inicio de la misma.
El jefe del departamento de Red Vial de la comuna, Celestino Galdámez, expresó que “la empresa constructora tenía que haber tomado en cuenta los desniveles para proyectar la obra”.
Esa fue la respuesta que dio Galdámez a la Oficina de Información y Respuesta (OIR), donde este rotativo gestionó información del proyecto.
Sin embargo, solo aclaró que el diámetro de la rotonda tendrá diecisiete metros y habrán dos carriles con un ancho de cuatro metros cada uno.
No detalló cuándo terminarán los trabajos y la inversión que representa el redondel.