Un rayo de luz ilumina el rostro de Cristo Redentor en la casa de Manuel de Jesús Quilizapa, en Izalco. Es un artista pionero en el arte de esculpir imágenes sacras.
Su padre le heredó la interesante labor y hoy, junto a su familia, se dedica a producir infinidad de figuras que año con año deleitan a lugareños y turistas en las actividades religiosas del Izalco, terruño donde nació el privilegiado escultor.
Don Manuel comenzó a trabajar hace más de cuatro décadas y elabora figuras pequeñas y de gran tamaño. Son encargadas por personas de diferentes lugares.
Otro de los que destacan en dicha expresión es José Santiago Pachaca, un orgullo del lugar y alumno de don Manuel Quilizapa.
El también elabora las esculturas de imaginería sacra. Pachaca manifiesta que ya entregó todos los encargos del año y que por el momento realiza las últimas: un Cristo Redentor, La Divina Providencia, y algunas de restauración.
Todas las imágenes están hechas con madera o yeso, y la elaboración de una podría durar de una semana a un mes, dependiendo del tamaño y del trabajo que las mismas impliquen. En cada una, estos artesanos van demostrando su tanto al resaltar las expresiones de los santos, dándoles un sentido místico y religioso.
Con detenimiento van usando sus cinceles para darle forma a los santos y sus pinceles para resaltarles sus detalles, su cabello y sus ojos.
La ciudad de Izalco, Sonsonate, es una de las ciudades más fervientes y apegadas a sus costumbres y tradiciones, que se intensifican en épocas de Semana Santa y Navidad.
Esta ciudad cuenta con dos bellas iglesias, la de Dolores y Asunción donde puede verse imaginería que es venerada por feligreses católicos del pueblo, y otros que llegan específicamente a vivenciar sus tradiciones.