Fin de semana violento: registran 23 asesinatos entre sábado y domingo

Sábado mataron a joven que vendía pan en San Pedro Perulapán

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Escena del doble homicidio cometido en San Ramón, Cuscatlán, donde fueron asesinados los hermanos Ana María y José Edgardo Olano, de 29 y 18 años. Foto EDH / Jorge Beltrán

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2014-03-16 7:00:00

Por lo menos 23 asesinatos fueron cometidos entre la noche del viernes y ayer domingo, en todo el territorio salvadoreño, según informaron diversa fuentes policiales.

Sólo en Cuscatlán, entre el sábado y ayer fueron asesinadas siete personas, incluyendo un adolescente de 17 años que se dedicaba a vender pan francés en las mañanas.

Alonso Pérez Zúniga fue atacado a balazos a las 6:00 a.m. del sábado, mientras repartía pan en el caserío Los Mejía, cantón La Loma, en San Pedro Perulapán.

Parientes del joven dijeron que había sido amenazado por pandilleros desde que estudiaba en el Centro Escolar, Dr. Andrés Gonzalo Funes, ubicada en el cantón La Loma.

Por esa razón, Alonso dejó de estudiar este año porque le habían dicho que si continuaba asistiendo a la escuela “no saldría vivo”.

Hermanos pandilleros asesinados en San Ramón

En el mismo departamento, ayer a las 6:45 a.m., dos hermanos fueron acribillados en la lotificación Palermo, cantón Santa Isabel, municipio de San Ramón. Ambos cuerpos tenían tatuajes alusivos a la pandilla 18, según la Policía.

Ana María Bonilla Olano, de 29 años, (a) La Pelona, y José Eduardo López Olano, de 18, (a) El Manteca, fueron asesinados cerca de la cancha de fútbol, a donde se dirigían a ver un partido.

Tras el reconocimiento de los cadáveres, las autoridades señalaron que el hombre tenía tatuajes alusivos a la mara 18 en la espalda y en los hombros, en tanto que la mujer los tenía en una pierna.

Según el Inspector Nieto Navarro, ambas víctimas pertenecían a la mara 18, que opera en el barrio El Centro, en San Ramón, donde vivían.

Ana María deja en la orfandad a cinco hijos, entre los cinco y 14 años, incluyendo a uno con discapacidad para movilizarse, indicaron parientes.

Los Olano ya habían sido atacados en su propia vivienda, localizada a una cuadra del puesto policial de San Ramón. En este hecho, cometido en octubre de 2013, Ana María resultó con dos heridas de bala en sus piernas, la madre de ella y otro joven resultaron también lesionados.

Según fuentes policiales, el año pasado, un hermano de los dos asesinados ayer, identificado solo como Jesús, desapareció el año pasado del centro de Cojutepeque donde vendía agua embolsada.

Poco después de que el Instituto de Medicina Legal de San Vicente recogió los cadáveres de los hermanos Olano, la Policía fue informada del hallazgo de un cuerpo embolsado en el kilómetro 30.5 de la carretera Panamericana, en la entrada a la ciudad de Cojutepeque, en el sector conocido como El Comal.

La víctima en este caso era un hombre de apariencia joven, entre los 20 y 25 años, que había sido estrangulado y tenía evidentes señales de tortura, entre estas varias costillas rotas y moretones en diversas partes del cuerpo. No fue identificado.

Además, en el kilómetro 40 de la carretera Panamericana, en el municipio de San Rafael Cedros hubo otro asesinato. Por la noche, la Fiscalía confirmó otra muerte violenta, en el caserío El Camarón, del cantón El Carmen, en Candelaria, Cuscatlán.

En el cantón Rojitas, en Ilobasco, la Policía informó de otro asesinato y uno más en San Marcos Lempa, municipio de Tecoluca, departamento de San Vicente.

Mientras en la colonia Jardines de La Libertad, en Ciudad Merliot, fue hallado un cadáver descompuesto dentro de un pick up que fue abandonado en la zona desde el viernes. Las autoridades no lo identificaron.

Hombre mata a su pareja frente a dos hijos

Tras varios años de abuso físico y verbal, José Clemente Mejía Molina, de 39 años, mató ayer con un corvo a su compañera de vida, María del Carmen Ramos, de 30.

El ataque fue cometido frente a los dos hijos de la pareja, de ocho y 11 años, tras una discusión que tuvieron en la calle aledaña a su casa, en el caserío El Amate, cantón El Escalón, en San José Villanueva, La Libertad.

Testigos relataron que el hombre, quien fue capturado por la Policía, aparentemente estaba bajo lo efectos de alcohol cuando mató a su pareja.

Los lugareños dijeron que los niños vieron cuando su padre hirió de muerte a Ramos en el rostro. “Mamá, no se muera”, le repetía uno de los niños a la víctima cuando esta agonizaba. El hombre trabaja como vigilante y ya había estado en prisión dos veces por violencia familiar.