Edwin Domingo Zetino Escobar, condenado a 10 años de cárcel por agresión sexual, tenía acumuladas seis órdenes de trasladado para otras cárceles, según lo confirmaron fuentes penitenciarias. Sin embargo, dichas órdenes de traslado, emitidas por las autoridades de la cárcel de La Unión, no fueron resueltas por la Inspectoría Penitenciaria y el reo se terminó fugando de la referida prisión el 28 de noviembre de 2013.
El Consejo Criminológico de la Dirección General de Centros Penales realizó las evaluaciones al interno y acordó removerlo a otras cárceles. Uno de esos trasladados fue ordenado en junio de 2013, pero no fue realizado.
Zetino Escobar pidió ir al penal de Ciudad Barrios, donde están presos los cabecillas de la mara Salvatrucha después de haber sido trasladados desde el penal de máxima seguridad en Zacatecoluca, en marzo de 2012, como un beneficio por la tregua.
Las fuentes indicaron, no obstante, que los cabecillas de la MS cuestionaron al convicto y, al no confirmar que fuese de su pandilla, ordenaron su expulsión junto a cuatro reos más.
De acuerdo con las fuentes, los cabecillas de las maras clasifican y determinan qué reos pueden entrar a “sus” cárceles.
Por lo anterior, todos los reos regresaron al penal de La Unión a esperar una nueva solicitud de traslado.
Según las leyes y reglamentos penitenciarios, el penal de La Unión no es una cárcel para purgar una pena, sino más bien es para una estancia preventiva, es decir, no tiene las medidas de seguridad para que un reo pague su condena.
El director de Centros Penales, Rodil Hernández, negó que los pandilleros tengan el control sobre los reos que son reubicados en las cárceles; más bien, aseguró que del penal de La Unión, fueron removidos recientemente 50 presos a otras cárceles.
El funcionario explicó que el problema de los trasladados se debe al excesivo hacinamiento que hay en todas las cárceles del país.
Burló seguridad y evadió disparos
Antes de fugarse, Zetino Escobar empezó a liderar la pandilla en el referido centro penitenciario y, según las fuentes, le preguntaba a otros cabecillas de la MS en cuál penal podría ser aceptado, según fuentes de inteligencia penitenciaria.
Las fuentes aseguran que el convicto habría escapado con la complicidad de otros internos y en confabulación con Jhonathan Coreas Valladares, el otro interno que se fugó con él.
Militares en la zona recuerdan que los sujetos habrían escapado alrededor de las 5:00 de la tarde: esperaron la celebración de un culto y se tiraron un muro de aproximadamente tres metros de altura, en el sector sur, a un costado del salón de usos múltiples.
Las fuentes resaltaron que los reos habían colocado toallas y ropa para evitar la vista de los custodios; saltaron y luego pasaron por el espacio del llamado “paso del hombre de muerto”, que es el último tramo de la cárcel, donde un reo que intenta huir podría morir a manos de un custodio.
Los custodios, al parecer, dispararon en repetidas ocasiones, pero los reos evadieron los disparos. Al llegar a la comunidad Santa Mónica I, los custodios no pudieron seguir disparando porque los sujetos se ocultaron en las casas y había niños en la zona, según testigos.