“¿Adiviná quién soy?… Te llevo una Tablet y para tu mamá un televisor de los plasma”

Una madre y su hija fueron engañadas por un hombre que fingió ser uno de sus parientes que vive en Estados Unidos para sacarles dinero, pero no lo logró su objetivo.

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elsalvador.com

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2014-03-14 8:00:00

Andrea, de 11 años, contestó la llamada que hizo a su casa un hombre con acento extranjero: “¿Quién habla?”, preguntó ella, y su interlocutor respondió: “¿Adiviná quién soy?”. Emocionada exclamó dudosa: ¿Mateo? “Cabal”, le replicó él.

El hombre con el que hablaba, según la niña, era un primo que se marchó a Estados Unidos cuando ella tenía dos años. Lo ha visto únicamente por fotos y solo unas veces le ha hablado por teléfono.

Mateo quiso saber cómo estaba la familia, pero ella lo interrumpió extasiada: “¿Cuándo vas a venir?” Él le dijo que llamaba para avisarles que viajaría a El Salvador y se hospedaría con ella y su madre. También le dijo que les traería varios obsequios a todos: “A vos te llevo una Tablet y a mi tía un televisor de los plasmas”. Después, el sujeto pidió hablar con su tía —con quien no se ve desde hace 10 años— y le contó que llegaría al país dos días después, que necesitaba que fuera por él al aeropuerto. Le advirtió, sin embargo, que no le contara nada al resto de la familia, porque quería darles una “sorpresa”.

Madre e hija iniciaron los preparativos para recibir al huésped: le arreglaron la habitación, se pusieron de acuerdo con otro pariente para que este las llevara a la terminal aérea y Andrea hasta le hizo un creativo cartel de “Bienvenida”.

Cuando llegó el día en que Mateo supuestamente arribaría al país, su tía se preocupó porque no sabía a qué hora debían ir a traerlo; le llamó por teléfono al hermano del joven, que también vive en Estados Unidos, para que le dijera cuál era el número de vuelo en el que llegaba su familiar.

La mujer se quedó perpleja cuando supo que Mateo andaba trabajando; que él no era el responsable de las llamadas telefónicas y que por su condición migratoria no podía salir del país.

Minutos después, el falso Mateo llamó a su tía y empezó diciéndole que tenía un problema en el aeropuerto, pero ella no lo dejó terminar y cortó la llamada. Así fue como logró librar la estafa.