Parque Infantil, una mutilación que comenzó hace 58 años

Fue el primero y más grande parque con el que contaron los capitalinos. Inaugurado en 1892 contaba con 16 manzanas, y desde 1956 ha experimentado varios recortes de terreno

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Según reportes de Secultura se talarán cerca de 140 árboles. Foto EDH / Evelyn linares

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2014-03-29 6:00:00

Llamado primero Campo de Marte, en honor al Dios griego, fue construido por el gobierno español e inaugurado en 1892 en San Salvador por el presidente general Carlos Ezeta (1852-1903) con un desfile militar en conmemoración del 400 aniversario del descubrimiento de América.

Sus instalaciones se designaron para las maniobras del ejército, las carreras de caballos, las competencias de tiro y muchas más actividades a las que acudían ciudadanos de todas las clases sociales.

Ahí se inauguró el primer hipódromo que tuvo el país, allá por 1903 y fue punto de reunión de familias acomodadas de la época y también del pueblo.

En 1924 el lugar también se convirtió en el primer Estadio Nacional y lo fue durante aproximadamente una década, hasta que se construyó el Estadio Nacional Flor Blanca, hoy Jorge “Mágico” González, para los Terceros Juegos Centroamericanos, en 1935.

Cuando los primeros aviones volaron a Centroamérica, también se escogió el Campo de Marte como el primer aeropuerto que tuvo El Salvador.

Según el historiador salvadoreño Héctor Sermeño, en los 40 y 50, el área fue usada por los capitalinos para realizar paseos informales por las tardes, por la noche se podía escuchar a guitarristas y músicos de banjo, tocando frente a los visitantes.

Los fines de semana, conocidas orquestas de la época deleitaban a los citadinos, que abarrotaban este importante centro de descanso.

En el lugar existía más de un millar de árboles de bálsamo y de mango, entre otros. Además era el refugio de chiltotas, palomas alas blancas, pericos y otras especies de aves.

Fue durante años el único centro de entretenimiento de la ciudad, hasta que durante la administración del General Maximiliano Hernández Martínez se construyó el Parque Cuscatlán, en marzo de 1935.

Sin embargo, debido a la variedad de entretenimientos que ofrecía el Parque Infantil: el tren, las ruedas mecánicas y la extensa vegetación, además del bajo costo de ingreso, familias completas abarrotaban el recinto los fines de semana para disfrutar de uno de los paseos más recordados por cientos de capitalinos.

Tradición que se mantuvo hasta que las obras del Sitramss complicaron el ingreso a las instalaciones.

Las pérdidas de terreno

Pese a la importancia que siempre ha tenido este emblemático parque para los capitalinos, los atractivos con los que contaba poco a poco se han ido reduciendo, debido al acelerado y desordenado crecimiento de la ciudad.

Algunos gobiernos fueron expropiando terrenos para dar paso a la construcción de otras obras. Para el caso, a finales de los 70, el presidente Arturo Armando Molina (1972-1976) decidió ampliar la 7a. Calle, hoy alameda Juan Pablo II, de dos a seis carriles, y le quitó una buena porción al parque. Las obras también afectaron al parque Centenario y a la Iglesia San Francisco, entre otros.

Años antes, en 1956 el presidente José María Lemus (1956-1959) donó parte del parque a la entonces llamada Procuraduría General de Pobres, para que fuese un espacio gratuito donde las madres de escasos recursos llevaran a sus hijos a jugar.

Entre los setenta y los ochenta sufrió otras reducciones. (Ver gráfico ) y ahora, en 2014 experimentará otra más.

Según reportes de Secultura se talarán 140 árboles que afectarán la escasa fauna que aún conserva el parque entre ellas ardillas, tacuacines y una buena cantidad de aves.

Será una franja de terreno equivalente al 4.30 por ciento del área total del parque la que será intervenida para construir una parada de buses del Sitramss.

Es un ancho aproximado de 12 metros a partir de la línea de construcción del mismo.

Las obras incluyen desmontaje de la valla existente y los muros de contención, obras de terracería, reubicación de postes de energía eléctrica, demolición de aceras y arriates.

La intervención del parque “ha sido considerada por la Secretaría de Cultura, técnicamente factible, al incluirse medidas de compensación a las afectaciones de la estructura física y natural del parque…”, mencionó Secultura en un comunicado.

Dentro de las compensaciones están la construcción de un nuevo acceso peatonal, mejoras en la línea férrea del tren y pintura del mismo y de la estación, la construcción de una edificación de dos niveles que albergará una sala de interpretación y para oficinas administrativas.

Sin embargo, decenas de salvadoreños han manifestado su descontento en la nueva intervención que está teniendo el parque Infantil, una de las pocas áreas naturales que aún sobreviven en San Salvador, que poco a poco ha perdido terreno y, con ello, la oportunidad de que las nuevas generaciones tengan un espacio seguro donde ir a jugar.