La División Central de Investigaciones (DCI) de la Policía capturó la madrugada de ayer a 30 personas a quienes se les acusa de integrar una banda dedicada al robo y hurto de ganado en el occidente del país.
Las detenciones se registraron con órdenes de la Fiscalía General en los municipios de Acajutla, Nahuilingo, San Antonio del Monte, en Sonsonate, y en Guaymango, Ahuachapán.
Entre los detenidos figuran Jorge Alberto G. M. y Gilberto L. R., a quienes les atribuyen ser los cabecillas intelectuales de la organización, según la Policía.
El jefe de la División Central de Investigaciones (DCI) comisionado José Oswald Guerra Martínez explicó que Jorge Alberto tenía 14 órdenes de captura y Gilberto estaba pendiente de 12 órdenes de captura por robos de ganado registrados en distintos municipios de Sonsonate y Ahuachapán.
Las investigaciones comenzaron a mediados del año pasado, luego de que ganaderos afectados pusieran las denuncias ante la oficina fiscal de Sonsonate ante el incremento de los robos de ganado en la zona.
Durante los registros a las casas de los detenidos, los investigadores incautaron cinco armas de fuego, tres cortas y dos largas; tres pick ups, un camión, 12 teléfonos celulares, tres fierros que se supone eran utilizados para marcar los semovientes robados.
Además se les decomisaron 9,780 dólares en efectivo, 481 cartas de venta de ganado y 29 guías de traslado de los animales que se supone usaban para legalizar al ganado que robaban.
Tres empleados municipales detenidos
Dentro de los arrestados se encuentran tres empleados de la Alcaldía de Acajutla.
El comisionado Guerra Martínez explicó que los empleados Santos H. M., Julio César M. O., y Tomás Benjamín M. F., como trabajaban en el rastro municipal de Acajutla tenían acceso a las cartas de venta y a las guías de traslados de ganado, lo que aprovechaban para falsificar las firmas y los sellos.
Con esos documentos, los acusados podían esquivar los controles de la Policía y se hacían pasar como los propietarios del ganado robado.
Se presentaban como compradores
Las investigaciones de la Policía apuntan a que los supuestos cabecillas se desplazaban por distintos cantones del departamento de Sonsonate para verificar la presencia de abundancia de ganado y para conocer a sus propietarios.
Ellos se presentaban como compradores de ganado y que prestaban los servicios de inseminación artificial.
Días después, los supuestos cuatreros regresaban en horas de la madrugada a robarles el ganado a sus dueños, el cual era trasladado a otro lugar, ya sea para venderlo con las cartas de venta falsas o también para destazarlo y vender después la carne en algunos mercados de Sonsonate.
De hecho, entre los detenidos se encuentran siete personas que se dedican a comercializar carne de res en los mercados municipales y a quienes según las investigaciones policiales les iban a vender la carne del ganado robado.
Otras de las formas de actuar era que el ganado que robaban lo trasladaban a los tiangues (centros de venta) de la zona donde los comercializaban con la documentación falsa.