Obras del Sitramss siguen recargando las vías alternativas y complicando tráfico

Falta de policías y gestores de tráfico agravan la situación en las calles capitalinas

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Obras del Sitramss siguen recargando las vías alternativas y complicando tráfico

Por Ricardo Guevara comunidades@eldiariodehoy.com

2014-02-04 7:00:00

Las calles del centro de San Salvador están sobre cargadas de vehículos particulares y del transporte público, debido al cierre ocasionado por los trabajos del Sitramss.

Adicional a esto, la mala sincronización de los semáforos, la falta de policías de Tránsito y los gestores de tránsito agravan el caos vial.

La mayor parte de la carga vehicular que antes circulaba sobre la Alameda Juan Pablo II, ahora se ha trasladado a la 1a. y 3a. Calle Poniente, las que en horas pico están siempre colapsadas.

Entre algunas de las unidades de buses y microbuses que ya no circulan sobre la Alameda y que han sido desviadas hacia esas dos importantes arterias de oriente a poniente se encuentran las rutas 7, 19, 29, 30, 31, 41, 43 y 52.

Las zonas mas críticas están en la 1a. Calle Poniente, desde el mercado Excuartel hasta la 11a. Avenida Norte .

Además de la 3a. Calle Poniente, desde la escuela “Joaquín Rodezno” hasta la 10a. Avenida Norte, en la zona conocida como la Esquina de la Muerte.

En ese tramo, algunas veces se pierden más de 30 minutos debido a la mala sincronización de algunos semáforos, el mal estado de las calles y a la excesiva carga vehicular que circula en la región.

“En esta zona hay que tener mucho cuidado, ya que ni pasarse la calle puede uno debido al poco respeto que existe para los peatones”, dijo Dreme Mejía, quien todos los días aborda un autobús en el área del mercado Excuartel.

La cantidad de personas que caminan sobre las aceras se ha incrementado considerablemente, lo cual es aprovechado por la delincuencia para robar en diversos puntos de dicha localidad.

También complica el paso de los automotores la proliferación de vendedores ambulantes, quienes con sus carretas también contribuyen a empeorar la situación.

“El problema es que en la zona, algunas veces, los semáforos están desincronizados y hay que ir haciendo estaciones cuadra por cuadra, en espera de la luz verde; además, el tiempo de cambio entre una luz y otra es muy corto”, aseveró Antonio López, conductor de un taxi.

Aunque ya se ha habilitado de forma parcial un carril exclusivo del Sitramss para la circulación temporal de poniente a oriente, sobre la Alameda Juan Pablo II, la situación sobre las vías alternativas es siempre la misma.

En estas arterias la historia se repite todos los días en porque impera la ley del más fuerte y los transeúntes y automovilistas pierden muy rápido la paciencia .

Obras agravaron el problema

Mientras grandes tramos de los carriles construidos para el Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador (Sitramss), sobre la Alameda Juan Pablo II, están subutilizados y los comercios cierran por falta de clientes, la realidad es distinta sobre otras calles alternativas, donde los congestionamientos son monumentales.

La Juan Pablo II es una de las principales arterias que recorre la ciudad, desde la zona del Reloj de Flores hasta la prolongación de la Avenida Masferrer, en la colonia Escalón.

Con la construcción del Sitramss, que finaliza a la altura de la 33a. Avenida Norte, la calle que antes tenía seis carriles (tres por sentido) y era una de las más importantes de San Salvador, ahora, en algunos tramos, se ha visto reducida a tan solo un carril y dos en viceversa.

Los mas afectados son los conductores de vehículos particulares, de carga y del transporte colectivo; además de los peatones que ahora deben caminar largas distancias para abordar las unidades.

Lo más complicado es cuando un automóvil tiene un desperfecto y bloquea la calle, ya que no existe vía alguna de escape, debido a los enormes separadores que han colocado para dividir los carriles segregados del Sitramss.

Una vez que comenzaron las obras de ese proyecto, el VMT se vio obligado a cambiar las rutas de las unidades del transporte público a calles que siguen saturadas.