Colocan tapaderas en drenajes de Santa Ana

b MOP ejecuta obras pese a que le corresponde a la Anda y alcaldíab Invirtió $11,400. Ahuachapán y Sonsonate también serán favorecidos

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El muelle municipal de La Unión es uno de los sitios más visitados por los turistas en la cabecera departamental. Sin embargo, la queja constante es mal estado de baños. Foto EDH / insy mendoza

Por Cristian Díaz comunidades@eldiariodehoy.com

2014-02-20 7:00:00

SANTA ANA. El Ministerio de Obras Públicas (MOP) inició ayer la colocación de varias tapaderas de los pozos de aguas lluvias y negras, que están en medio de las calles, con el fin de evitar que algún vehículo se meta a los agujeros que, por mucho tiempo, han estado sin protección.

Sin embargo, la población demandó que la alcaldía también inicie un plan similar para colocar las tapaderas que faltan a los tragantes que están en las esquinas de las calles.

Hay personas que corren el riesgo de caer en dichos drenajes ante la falta de protección, expresó la santaneca Angélica Hernández.

Las estructuras, en ambos casos, han sido hurtadas por personas que las venden en chatarreras debido a que se las pagan a un precio alto porque son de hierro fundido.

La alcaldía no tiene un dato exacto de cuántas tapaderas de pozos y tragantes faltan en la ciudad.

Tampoco cuenta con un plan para colocar las tapaderas en los desagües.

Esto a pesar de que hay zonas, como la 7a. Calle Oriente y poniente, donde hacen falta varias de estas estructuras.

El jefe regional del MOP, Alexánder Beltrán, expresó que en Santa Ana colocarán 20 tapaderas de pozos de aguas lluvias y negras.

Pero sólo en el centro de la ciudad han identificado, en coordinación con la municipalidad, 16 sitios que carecen de estas, aclaró.

La dependencia gubernamental prevé colocarlas en un plazo de 15 días.

Luego seguirá en Sonsonate y Ahuachapán, donde también colocará veinte tapaderas, respectivamente, en las calles donde la circulación de vehículos es alta.

Beltrán expresó que las tapaderas ya no son de hierro fundido para evitar que sean hurtadas.

Son de concreto polimérico, que las hace más livianas, están identificadas con el logotipo de la institución y se necesita de una llave para abrirlas, informaron fuentes.

Las antiguas tapaderas tenían un peso de 125 libras; las nuevas, cincuenta, afirmó uno de los empleados del MOP que trabajaba ayer en la instalación de una de ellas, José Israel Loucel.

Sor Dora Alicia Pérez expresó que ojalá dichas medidas de seguridad no sean vulneradas por los delincuentes.

Cada una de las 60 tapaderas que serán instaladas en la región occidental cuesta $190, según el MOP.