Inicio de obras sin previo aviso generó caos vial

b Fovial interviene desde el lunes el tramo de Santa Tecla hacia San Salvador

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En el kilómetro 9 de la Panamericana, en ambos sentidos, se formó una larga fila de automotores. Fotos EDH / Lissette Monterrosa

Por Nidia Hernández comunidades@eldiariodehoy.com

2014-02-05 7:00:00

Como un balde de agua fría fue para los conductores el cierre de un tramo de la carretera Panamericana, en el sentido de Santa Tecla hacia San Salvador, ya que el Fondo de Conservación Vial (Fovial) comenzó labores de reconstrucción de la arteria, sin previo aviso, lo que generó embotellamientos vehiculares.

Las labores se iniciaron el lunes pasado y aún ayer los automovilistas lucían desconcertados por las restricciones.

Si bien el director ejecutivo del Fovial, Eliud Ayala, informó que la medida se venía implementando hace más de 15 días, fue hasta inicio de esta semana que arrancó el retiro de la capa asfáltica.

Las nuevas obras acarrearán un serie de inconvenientes viales, no solo porque en la carretera circulan cada día unos 90 mil automotores, si no porque en las zonas intervenidas hay centenares de empresas a las que no se les ha ofrecido un plan que las incluya.

Las obras se ejecutan en dos frentes simultáneos: el primero va desde un tramo de la carretera con la intersección de la 16a. Avenida sur hasta la intersección con la 10a. Avenida Sur.

Los trabajadores informaron que han retirado unos 700 metros de la carpeta asfáltica y que pretendían avanzar hasta el hospital San Rafael.

Los automovilistas que vienen del occidente del país deben circular por el bulevar Sur. Al igual que las rutas de buses interdepartamentales e interurbanos directos 201, 202 y 205.

Freddy Durán viajó desde Sonsonate hacia la capital y era su primera visita en el año. “No sabía que habían empezado con otros trabajos. Lo que me preocupa es que no conozco bien las calles y temo perderme o tener un accidente porque no conozco. A parte que el tráfico esta lento”, opinó el afectado.

En las cuadras en las que realizan el fresado existen centenares de negocios que resienten las obras de Fovial.

Ever Díaz es el encargado de un “car wash” y se mostró preocupado porque su comercio está en la carretera y sus clientes no tendrán libre acceso para circular.

Díaz recibía de 35 a 40 personas que buscaban sus servicios, lo que se traduce en 120 dólares a diario y es lo que dejará de percibir.

El negociante estima que “bajaría casi el 80 % de las ganancias y quizá vendrían unos 8 a 15 clientes. No sé como le voy hacer porque esto va para largo”, comentó.

La problemática se repite en un taller de la zona en el cual labora Óscar Barton, quien aseguró que están “sitiados” porque no hay manera que entren los carros para las reparaciones.

“De que vamos a tener pérdidas eso es seguro y triste. Solo en este taller trabajamos seis personas y de esto damos de comer a nuestras familias”, explicó el mecánico.

Los vendedores ambulantes también han sido afectados. Ulises Lemus vende dulces en los buses y obtiene ganancias diarias de $35 a $40, y se le reducirían a menos de $20.

El otro tramo en construcción está en el kilómetro 9 de la carretera, en el que se forma una fila interminable de vehículos que vienen y van hacia Santa Tecla porque el Fovial ejecuta labores en ambos carriles.

Ayer, a eso de las 11:00 a.m. (que no es hora pico), se hizo una hilera de automotores de casi un kilómetro.

“Nuevo año y nuevas trabazones. Este gobierno no entiende que estamos cansados de su desorganización”, dijo Rafaela Domínguez, una conductora.

El director del Fovial pidió paciencia a los que circulan por la carretera y espera que para julio hayan finalizado las obras en las que invierten $17 millones.