La intensa campaña publicitaria de Subes, que va acompañada de un sinfín de promociones en redes sociales, no ha hecho eco en los usuarios del transporte público de pasajeros de Santa Tecla, Ciudad Merliot y La Libertad, para que paguen el pasaje de forma electrónica.
La empresa Sistema Único de Boletos Electrónicos (Subes) no habría logrado que más del 15 % de los usuarios utilicen la tarjeta electrónica, según personal que trabaja en los buses con ese sistema de cobro instalado. Ese es el promedio de usuarios que hace uso del plástico, según datos de motoristas de la ruta 102, de La Libertad; 42 microbús, de Ciudad Merliot, y 79 bus, de Lourdes, Colón.
La empresa Sistema Único de Boletos Electrónicos (Subes), contratada para administradores del sistema de cobro, y los buseros agremiados al Sistema Integrado Prepago (Sipago), le apostaron a que, a partir de noviembre de 2013, solo se cobraría el pasaje con la tarjeta.
Y es que el cobro electrónico es un requisito que debe cumplir Sipago para que el Banco de Desarrollo de Brasil (Bndes) le otorgue el préstamo de $48 millones, para la compra de 130 buses padrones y 60 articulados que circularán en el Sistema Integrado de Transporte del Área Metropolitana de San Salvador (Sitramss).
Un motorista de la ruta 102, que hace su recorrido desde La Libertad hasta el centro de San Salvador, quien prefirió no dar su nombre por temor a ser “sancionado” por brindar información, calculó que en esa ruta sólo el 10 % utiliza la prepago.
López explicó que después que usuarios de la ruta 102 de La Libertad bloquearan calles y quemaran llantas y tarjetas electrónicas el pasado noviembre, en protesta por el cobro obligatorio, las autoridades del VMT y los dueños de las unidades permitieron el cobro en efectivo. El motorista acotó que, en ese entonces, muchos compraron la tarjeta, pero que no han “vuelto a usarla”. “Solo dos personas se han subido en el transcurso de la mañana”, declaró.
El pasado martes, el secretario de Sipago, Rodrigo Contreras Teos, indicó que todavía están en un “período de adaptación. El sistema arrancó en julio de 2013, cuando el VMT anunció la nueva modalidad de pago.
“Estamos adaptando al usuario y al motorista, dando más información, poniendo más lugares de venta donde más afluencia hay”, aseveró.
No obstante, la percepción de los motoristas es diferente. Ellos aseguran que los usuarios prefieren pagar en efectivo y que, incluso, la venta del plástico ha disminuido.
Esta opinión fue confirmada por el despachador de la ruta 79, que hace su recorrido desde Lourdes Colón hasta el centro de San Salvador: “Desde septiembre del año pasado no he podido vender 50 tarjetas, la gente ya no la compra desde que decidieron seguir cobrando en efectivo”.
La ausencia de unidades móviles de Subes para vender y realizar recargas de la tarjeta también es evidente en las paradas de buses con mayor afluencia de pasajeros, como la de El Salvador del Mundo, la Ceiba de Guadalupe y la plaza Barrios.
En la parada de buses de La Ceiba de Guadalupe, de poniente a oriente, los motoristas de la 101 B consultados comentaron que, al final del día, solo cuatro pasajeros utiliza la tarjeta de un promedio de siete viajes que realiza cada unidad.
Para José Melgar, de la ruta 101B microbús, la medida del Gobierno, de permitir la dualidad del cobro, ha provocado que los usuarios se inclinen a seguir pagando en efectivo.
Pese a que el cobro electrónico debe ser obligatorio para que Bndes otorgue el préstamo, Contreras Teos “calculó” que en febrero o a más tardar a finales de marzo, posiblemente se implemente totalmente el cobro electrónico. “Tiene que ser a finales de marzo, para que haya más adaptación del usuario”, aseveró Contreras.
Pero la opinión de los motoristas difiere de la de Contreras. Aseguran que la población no quiere cambiar de sistema de pago porque para ellos es más fácil pagar con monedas.
Marlene López, que a diario viaja del centro de San Salvador a La Libertad, asegura que prefiere pagar en efectivo. “Desde que permitieron las dos formas de pago, me decidí por usar efectivo. Además, se me hace difícil recargar la tarjeta por los pocos puntos de venta”, opinó.
Con problemas técnicos
La ruta 102 fue una de las primeras a las que se le instalaron los validadores o lectores de tarjeta para iniciar el cobro electrónico.
Actualmente, según motoristas, la empresa Sipago no ha superado los problemas de recepción de señal de los validadores. También se quejan de la mala ubicación de la computadora del sistema. “La colocaron en frente del motorista, y eso nos quita visibilidad”, agregó López.
Desde hace varias semanas se le ha solicitado en reiteradas ocasiones, vía correo, a Subes información actualizada sobre el número de validadores instalados a la fecha, al igual que la venta y recarga de tarjetas, pero al cierre de esta nota no se obtuvo respuesta alguna.